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miércoles, agosto 11, 2004

¿Gracias Papá? 

Papá Iván (Argentina / México, 2000). Dirigida por María Inés Roque.
Ficha técnica.
ESTRENO
Puntaje: 8.

Papá Iván no es sólo un documental sobre un montonero muerto en un enfrentamiento con las fuerzas represivas militares, también es la historia del enfrentamiento moral de una hija que vivió la ausencia física del padre. "Hubiese preferido tener un padre vivo que a un héroe muerto" confiesa ella en la mitad de su relato para despejar los sentimientos contradictorios con los que permanentemente inundó la película hasta ese momento. Se nota admiración pero también rechazo y bronca por la imposibilidad de tenerlo, de no haber podido despedirse de él.
Cuando Juan Julio Roque "Iván" asume la responsabilidad de pasar a la clandestinidad, también asume la posibilidad de dejar a una familia sin padre. Por eso escribe una carta hacia su hija que ella misma, la directora Maria Inés Roque (Argentina, radicada en México), establece como punto de partida para su documental y que trabaja como hilo conductor sin perder la fuerza de su continuidad hasta establecerla como cierre. A través de los relatos de los compañeros de su padre, de los traidores, de sus familiares, de su madre y de su propia voz cuestiona la supremacía de la ideología sobre la de la filiación primaria familiar (el privilegio de lo general sobre lo particular que termina siendo influido por lo general). Pero no establece conclusiones determinantes.
Une a Los rubios de Albertina Carri la potencia del relato contado por los hijos mediante los recuerdos, la investigación y la voz de quienes acompañaron a sus padres en sus últimos momentos. Pero Maria Inés Roque elige contar la historia con ella misma siendo una parte fundamental para el desarrollo de sus cuestionamientos. Expresar sus sentimientos con su propia voz hace que tenga una fuerza emocional inigualable. Y el recorrido de hoy por el viejo camino del barrio que parece no haber cambiado nunca le da la posibilidad de tener los pies descalzos pisando vidrios, pero esta vez con los ojos abiertos.
Leandro Rosenzveig.

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