jueves, marzo 22, 2007
Exiled (Fong Juk, Johnnie To, Hong Kong, 2006, 100')
Acá en teoría empiezo a escribir sobre lo mejorcito de la última edición del festival de mar del plata que se puede ver fuera de las salas. No sé si Exiled fue lo que más me gustó (si tengo que hacer un top five a las apuradas, por orden alfabético, lo integra junto a O ceú de Suely, The Pervert's Guide to Cinema, Woman on the Beach y Zidane, un Portrait du 21 Siecle), pero sí la que más me sorprendió. Para mí Johnnie To fue siempre un tipo un tanto desparejo pero al que no hay que descuidarlo jamás porque cada tanto encuentra bajo la manga un Fulltime Killer (todo el tiempo, gracia s a Dios, en I-sat), o te mete un plano como el que abre Breaking News (Bafici 2005). Claro que en esa búsqueda uno se indigesta con bodrios tipo PTU (Bafici ¿2004?). De todas formas uno sigue insistiendo en busca de la balacera con la coreografía perfecta. Había leído acá que Election 2 era muy buena y, aunque me había perdido la primera, me dejé convencer y la vi en su primera proyección en el Ambassador. No hubo decepción alguna al salir de la sala, pero el texto de Quintín me había arengado demasiado y salí pensando que si esa era una de las diez mejores películas que iba a ver en esa semana (pensaba ver no mucho más de 30 contando lo que ya había bajado y lo que me habían pasado en dvd), no tenía un gran festival por delante. De hecho ya estaba convencido que había cumplido con mi cuota anual de To, pero una cuestión de horarios sumada a una entrada gratis de prensa y al preámbulo de una salida acompañado por Cadmo me convencieron de duplicar mi dosis usual de To. Además, tenía una buena referencia porque Enrique la había votado como lo mejor del año pasado y Exiled cosechaba varios votos más en los top ten 2006 de Contrapicado.
Quince minutos después de la placa negra que rezaba “A Johnnie To Film” ya había entrado en éxtasis convencido de que ése iba a ser un festival muchísimo mejor de lo que esperaba. Ese cuarto de hora casi sin diálogos entrega una de esas ansiadas balaceras memorables...sigue acá.
Ah, y sigo sumando hate mail
Quince minutos después de la placa negra que rezaba “A Johnnie To Film” ya había entrado en éxtasis convencido de que ése iba a ser un festival muchísimo mejor de lo que esperaba. Ese cuarto de hora casi sin diálogos entrega una de esas ansiadas balaceras memorables...sigue acá.
Ah, y sigo sumando hate mail
martes, febrero 06, 2007
Les gens de la rizière - La gente del arrozal (Neak Sre, Rithy Panh, Camboya / Francia, 1994, 123')
... "La gente del arrozal es un docu-drama sobre la vida en el campo camboyano. Lo más sorprendente de la película es el choque entre la hostilidad y la belleza paradisíaca del territorio que Panh captura a la perfección con su cámara. Los protagonistas son una familia de campesinos que vive de la cosecha anual del arroz, pero un accidente hace que la familia se desmorone y peligre la cosecha. A la madre la picó una serpiente (el “ajusticiamiento” del ofidio es una de las escenas más impactantes de una película donde abundan escenas de este estilo) y el padre se clavó una espina en el pie al acudir a su rescate (el intento de sacarse la espina es otra escena deslumbrante como la de la serpiente). Ella sobrevive, pero la herida del padre termina siendo fatal. Todo es cuesta abajo de aquí en más para la familia. La madre tiene que lidiar con los quehaceres domésticos además de encargarse del campo. Al poco tiempo, pierde la cabeza por lo que la hija adolescente (la mayor de... ¡siete hermanas!) es quien tiene que ponerse la familia al hombro mientras la madre está encerrada en una jaula hasta que puedan mandarla a la ciudad para que la atiendan. La pequeña es ahora la encargada del campo y, además de cuidar de sus hermanas, tiene que impedir que cuervos (la imagen de los campesinos corriendo para armar rápido espantapájaros y espantar a los cuervos es memorable) y cangrejos se coman la cosecha"...
Pinchá el título (o acá) para la versión completa del post en La casa es negra. Ah, torrentes y muleros, una vez allá no olviden revisar los comments.
Pinchá el título (o acá) para la versión completa del post en La casa es negra. Ah, torrentes y muleros, una vez allá no olviden revisar los comments.
martes, enero 30, 2007
The Pervert's Guide to Cinema (Sophie Fiennes, Gran Bretaña / Austria / Holanda, 2006)
... "Zizek! plantea un recorrido personal por la historia del cine desde un enfoque lacaniano, con Hitchcock y Lynch -de quienes explica casi su obra entera- como dos de sus protagonistas favoritos (grandes menciones también para Tarkovsky, Chaplin, Bergman, Haneke, Coppola y los hermanos Marx, entre muchos otros), a partir de la premisa de que el cine es la forma artística más perversa. “No te da lo que deseás, te dice cómo desearlo”, justifica.
Un momento mágico de la película. Se muestra en pantalla el momento en Matrix cuando Morfeo le ofrece las dos pastillas a un Neo atónito mientras le explica sus significados. A continuación, vemos a Zizek! sentado en ese mismo sillón desde donde en el fragmento Neo miraba atónito (y, obviamente, con la misma escenografía de fondo) encara a Morfeo y le dice:
“pero la elección entre las píldoras azul y roja no es realmente una elección entre ilusión y realidad. Por supuesto que la Matrix es una máquina para ficciones, pero esas son ficciones que ya estructuran nuestra realidad: si vos le quitás a nuestra realidad esas ficciones simbólicas que la regulan, también perdés la realidad misma.
¡Quiero una tercera pastilla!
¿Entonces qué es esa tercera píldora? Definitivamente no es una clase de píldora trascendental la cual permite una 'falsa experiencia religiosa fast food', sino una pastilla que me permita percivir no la realidad detrás de la ilusión sino la realidad dentro de la ilusión misma”
Standing ovation"...
pequeño fragmento del post entero, que incluye lista de films que se ven en la película, algunos links y torrente que apareció en los comments, de La casa es negra
Un momento mágico de la película. Se muestra en pantalla el momento en Matrix cuando Morfeo le ofrece las dos pastillas a un Neo atónito mientras le explica sus significados. A continuación, vemos a Zizek! sentado en ese mismo sillón desde donde en el fragmento Neo miraba atónito (y, obviamente, con la misma escenografía de fondo) encara a Morfeo y le dice:
“pero la elección entre las píldoras azul y roja no es realmente una elección entre ilusión y realidad. Por supuesto que la Matrix es una máquina para ficciones, pero esas son ficciones que ya estructuran nuestra realidad: si vos le quitás a nuestra realidad esas ficciones simbólicas que la regulan, también perdés la realidad misma.
¡Quiero una tercera pastilla!
¿Entonces qué es esa tercera píldora? Definitivamente no es una clase de píldora trascendental la cual permite una 'falsa experiencia religiosa fast food', sino una pastilla que me permita percivir no la realidad detrás de la ilusión sino la realidad dentro de la ilusión misma”
Standing ovation"...
pequeño fragmento del post entero, que incluye lista de films que se ven en la película, algunos links y torrente que apareció en los comments, de La casa es negra
sábado, enero 13, 2007
La casa es negra (Forugh Farrokhzad, Irán, 1962)
Hace tiempo que tenía ganas de empezar un nuevo blog. Quería uno que encuentre útil y me dé alguna satisfacción sin conumirme tanto tiempo. Hace rato que venía pensando uno en el que pueda describir en un par de líneas algunas de esas películas que uno jamás imaginó poder encontrar antes de conocer ese universo de torrents y e-links. Acabo de ver este pequeño documental iraní que da nombre al blog y no pude contenerme. Forugh Farrokhzad fue una poeta iraní que en 1962 filmó este documental de 22 minutos, su única obra fílmica, sobre una colonia de leprosos. La primera referencia que dispara la mente es Freaks, de Tod Browning, por el retrato de las deformidades de la anatomía. Pero La casa es negra es más un poema que un documental. Farrokhzad cambia el ritmo del montaje todo el tiempo y juega con las imágenes mientras narra un poema en el que plantea un diálogo con Dios. De visión incómoda, La casa es negra por momentos me daba ganas de taparme las orejas y gritar, como hace uno de los leprosos en una escena del documental, y también de cerrar los ojos por la impresión que me daban algunas de las imágenes de Farrokhzad. Pero las primeras líneas de la película son "El mundo está lleno de fealdad. Aún habría más si el hombre apartara la mirada. Van a ver en pantalla una imagen de la fealdad, un retrato del sufrimiento, que sería injusto ignorar. Por respeto al hombre, debemos luchar contra esta fealdad, aliviar este sufrimiento. Esa es la esperanza que ha inspirado esta película."
Jonathan Rosenbaum, uno de los críticos más importantes del mundo, dijo esto sobre la película:
"I mainly have to take it on faith that Forugh Farrokhzad (1935-’87) is the greatest Iranian poet of the 20th century. My involvement with her only film goes much deeper: after seeing this 22-minute 1962 documentary about a leper colony a few years ago at the Locarno film festival, I resolved as a member of the New York film festival’s selection committee to get it screened there, and finally succeeded last year after agreeing to subtitle it in collaboration with several Iranians. After premiering in New Y ork, the subtitled print showed at the Film Center twice in early October on its way back to the Swiss Cinematheque.
Thanks to my work on the film, I had plenty of opportunity to experience the overwhelming poetry of Farrokhzad’s sounds and images—including the extraordinary sound of her voice and the no less remarkable configurations of her words in relation to he r sounds and images—even if I could only appreciate the power of her written poetry secondhand. But if the greatness of some films can be measured by how much they change one’s view of the world, few have altered mine as much as this precious work.
Perhaps the most formative film I saw as a child was Tod Browning’s Freaks (1932): its view of deformity, which combines compassion and horror, has been definitive for most of my life. But The House Is Black, whose radical and poetic compass ion for lepers eschews any sense of horror or voyeurism or sentimentality, changed all that. Whether this vision is specifically Iranian is a question I’m not equipped to answer. It’s worth noting that when the film was made, its reception in Iran was far from unanimously positive; given its subject matter, I doubt it could comfortably enter the mainstream anywhere on earth. On the other hand,I suspect that part of my attraction to Iranian and Taiwanese films stems from their resistance to Western values, which implies they have a great deal to teach me. An Iranian friend who loves The House Is Black as much as I do told me that she didn’t much care for Yang’s Taipei Story because it reminded her too much of various Iranian films that inveig hed against westernization—which implies in turn that national characteristics are merely one of the many lenses we look through when we watch movies. With or without its Iranian character, The House Is Black remains the most successful fusion of cinema and poetry that I know. I suspect this is true less for formal reasons than because of Farrokhzad’s irreducible sureness in what she has to say."
Por último, dejó un link con la biografía de Forugh Farrokhzad
Esto es el inicio de La casa es negra. Tal vez siga posteando acá lo que suba allá. Tal vez no.
Jonathan Rosenbaum, uno de los críticos más importantes del mundo, dijo esto sobre la película:
"I mainly have to take it on faith that Forugh Farrokhzad (1935-’87) is the greatest Iranian poet of the 20th century. My involvement with her only film goes much deeper: after seeing this 22-minute 1962 documentary about a leper colony a few years ago at the Locarno film festival, I resolved as a member of the New York film festival’s selection committee to get it screened there, and finally succeeded last year after agreeing to subtitle it in collaboration with several Iranians. After premiering in New Y ork, the subtitled print showed at the Film Center twice in early October on its way back to the Swiss Cinematheque.
Thanks to my work on the film, I had plenty of opportunity to experience the overwhelming poetry of Farrokhzad’s sounds and images—including the extraordinary sound of her voice and the no less remarkable configurations of her words in relation to he r sounds and images—even if I could only appreciate the power of her written poetry secondhand. But if the greatness of some films can be measured by how much they change one’s view of the world, few have altered mine as much as this precious work.
Perhaps the most formative film I saw as a child was Tod Browning’s Freaks (1932): its view of deformity, which combines compassion and horror, has been definitive for most of my life. But The House Is Black, whose radical and poetic compass ion for lepers eschews any sense of horror or voyeurism or sentimentality, changed all that. Whether this vision is specifically Iranian is a question I’m not equipped to answer. It’s worth noting that when the film was made, its reception in Iran was far from unanimously positive; given its subject matter, I doubt it could comfortably enter the mainstream anywhere on earth. On the other hand,I suspect that part of my attraction to Iranian and Taiwanese films stems from their resistance to Western values, which implies they have a great deal to teach me. An Iranian friend who loves The House Is Black as much as I do told me that she didn’t much care for Yang’s Taipei Story because it reminded her too much of various Iranian films that inveig hed against westernization—which implies in turn that national characteristics are merely one of the many lenses we look through when we watch movies. With or without its Iranian character, The House Is Black remains the most successful fusion of cinema and poetry that I know. I suspect this is true less for formal reasons than because of Farrokhzad’s irreducible sureness in what she has to say."
Por último, dejó un link con la biografía de Forugh Farrokhzad
Esto es el inicio de La casa es negra. Tal vez siga posteando acá lo que suba allá. Tal vez no.
miércoles, mayo 31, 2006
Guess who's back...
Interrumpo el prolongado estado comatoso de cineQ para pasar un dato:
este viernes 2 se pasa gratis El amigo (1960), el primer corto de Leonardo Favio, que se filmó con un par de latas de fílmico que Favio le zarpó a Torre Nilsson y que casi todo mundo creía que se había perdido hace treinta años -alguien tenía encanutada una copia en 16mm y nunca había hecho mucho alboroto al respecto.
Los pocos que tuvimos la suerte de haber visto El amigo hace cuatro años en el cineclub La puerta amarilla -funcionaba los martes en la gloriosa sede de La nave de los sueños en la calle Moreno- aseguramos que es un corto más peronista que Perón, sinfonía del sentimiento. La historia es simple: un nenito lustrabotas se cruza con un chico rico en la puerta de un parque de diversiones y la flashea...
Como si todo esto fuera poco, el enorme Pablo Dacal también formará parte de la velada junto a su orquesta de salón. Además, parece que va a interpretar algunos de los clásicos de Favio. ¡Como si no alcanzase ya para ir a verlo con que haga su versión de Amor clasificado!
Bueno, la cita entonces es este viernes 2 de junio a las 19 en la Biblioteca Nacional, Aguero 2502. Las entradas se retiran a partir de las 18. De nada y, como diría el bueno de Paul, enjoy!
este viernes 2 se pasa gratis El amigo (1960), el primer corto de Leonardo Favio, que se filmó con un par de latas de fílmico que Favio le zarpó a Torre Nilsson y que casi todo mundo creía que se había perdido hace treinta años -alguien tenía encanutada una copia en 16mm y nunca había hecho mucho alboroto al respecto.
Los pocos que tuvimos la suerte de haber visto El amigo hace cuatro años en el cineclub La puerta amarilla -funcionaba los martes en la gloriosa sede de La nave de los sueños en la calle Moreno- aseguramos que es un corto más peronista que Perón, sinfonía del sentimiento. La historia es simple: un nenito lustrabotas se cruza con un chico rico en la puerta de un parque de diversiones y la flashea...
Como si todo esto fuera poco, el enorme Pablo Dacal también formará parte de la velada junto a su orquesta de salón. Además, parece que va a interpretar algunos de los clásicos de Favio. ¡Como si no alcanzase ya para ir a verlo con que haga su versión de Amor clasificado!
Bueno, la cita entonces es este viernes 2 de junio a las 19 en la Biblioteca Nacional, Aguero 2502. Las entradas se retiran a partir de las 18. De nada y, como diría el bueno de Paul, enjoy!
jueves, enero 19, 2006
Interiores
Ana y los otros, Celina Murga
“Todas las olas que vienen de pasar, todas las horas que vienen sin llegar”, decía el grupo Entre Ríos en su suavísima canción Litoral. En esa encrucijada se encuentran el cine argentino, Ana y los otros, Ana y los otros.
De atrás para adelante. Los otros, esa fauna paranaense que visita Ana con la excusa del reencuentro del grupo de egresados, no hacen más que sofocarse un sus horas de tedio y ahogarse en sus propias aguas, en un entramado social “bienintencionadamente” delimitado -la peor cara de lo siniestro son la buenas intenciones- donde el fin último y único es casarse al mejor postor.
Ana, por su parte, estuvo aquí, estuvo allá y se quedó varada en un tiempo y un amor. Se mueve con ligereza, distingue esas olas refrescantes pero las barrena porque se quedó fija en una ausencia. En ese punto se aproxima a ellos. Pero Ana, definitivamente, no es los otros.
Ana y los otros no hace más que mostrar un devenir, pintar una aldea sin juzgar y sin la mirada distante del que se fue a la ciudad y ve con aires de superación lo que dejó atrás. Por el contrario, la película indaga con total honestidad, habla naturalmente (dentro de esa naturalidad, por caso, la directora puede meter una canción de Los Twist sin que quede como un gimmick de estudiante de cine pretencioso).
La cinematografía vernácula, en tanto, ve pasar las nuevas olas pero sigue sin encontrar una continuidad. Con destellos, algunos más interesantes que otros, intenta salir a flote desde el interior. Porque el cine argentino, con alguna excepción, se encuentra más cómodo lejos de la ciudad (los personajes de Martín Rejtman quizá pertenezcan a Melmac y los de Ezequiel Acuña, si bien urbanos, están todo el tiempo escapando).
Es saludable que todavía haya películas que tomen distancia del costumbrismo más burdo y del costumbrismo cool igual de pernicioso.
Agustina Larrea
“Todas las olas que vienen de pasar, todas las horas que vienen sin llegar”, decía el grupo Entre Ríos en su suavísima canción Litoral. En esa encrucijada se encuentran el cine argentino, Ana y los otros, Ana y los otros.
De atrás para adelante. Los otros, esa fauna paranaense que visita Ana con la excusa del reencuentro del grupo de egresados, no hacen más que sofocarse un sus horas de tedio y ahogarse en sus propias aguas, en un entramado social “bienintencionadamente” delimitado -la peor cara de lo siniestro son la buenas intenciones- donde el fin último y único es casarse al mejor postor.
Ana, por su parte, estuvo aquí, estuvo allá y se quedó varada en un tiempo y un amor. Se mueve con ligereza, distingue esas olas refrescantes pero las barrena porque se quedó fija en una ausencia. En ese punto se aproxima a ellos. Pero Ana, definitivamente, no es los otros.
Ana y los otros no hace más que mostrar un devenir, pintar una aldea sin juzgar y sin la mirada distante del que se fue a la ciudad y ve con aires de superación lo que dejó atrás. Por el contrario, la película indaga con total honestidad, habla naturalmente (dentro de esa naturalidad, por caso, la directora puede meter una canción de Los Twist sin que quede como un gimmick de estudiante de cine pretencioso).
La cinematografía vernácula, en tanto, ve pasar las nuevas olas pero sigue sin encontrar una continuidad. Con destellos, algunos más interesantes que otros, intenta salir a flote desde el interior. Porque el cine argentino, con alguna excepción, se encuentra más cómodo lejos de la ciudad (los personajes de Martín Rejtman quizá pertenezcan a Melmac y los de Ezequiel Acuña, si bien urbanos, están todo el tiempo escapando).
Es saludable que todavía haya películas que tomen distancia del costumbrismo más burdo y del costumbrismo cool igual de pernicioso.
Agustina Larrea
martes, enero 17, 2006
Listas 2005
JUAN MANUEL DOMINGUEZ
Top 18 películas
1-King Kong (Peter Jackson)
2- El cadáver de la novia (Tim Burton)
3- Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll)
4- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
5- Una historia violenta (David Cronenberg)
6- La ciudad del pecado (Frank Miller y Robert
Rodriguez)
7- Adictos al sexo (John Waters)
8- La vida acuática (Wes Anderson)
9- Bob Esponja, la película (Stephen Hillenburg Sherm
Cohen )
10- Entre copas (Alexander Payne)
11- Tierra de los muertos (George A. Romero)
12- Un Santa no tan santo (Terry Zwigoff)
13- Vuelo Nocturno (Wes Craven)
14- Mar abierto (Chris Kentis)
15- Masacre en la cárcel 13 (Jean François Richet)
16- Buscando a Reynolds (Néstor Frenkel)
17- Wallace y Gromit. La batalla de los vegetales
(Nick Park)
18- Lemony Snicket: una serie de eventos
desafortunados (Brad Silberling)
La peor: Zatoichi (Takeshi Kitano)
Top 23 discos -primer año de banda ancha y la vital
presencia de Mr. Chong y Mr. Panoxx-
1- I am a bird now - Antony and the Johnsons
2- Guero - Beck
3- Estoy bien, bien, bien equivocado - Victoria Mil
4- Arular - M.I.A
5- Give Blood - The brakes
6- LCD Soundsystem - LCD Soundsystem
7- Corpse Bride Original Soundtrack
8- Z - My morning jacket
9- Prairie wind - Neil Young
10- Road to rouen - Supergrass
11- Queens of the stone age, lullabies to paralye
12- Los Alamos - No se menciona la soga en casa del
ahorcado
13- Correr - Florencia Ruiz
14- Chemistry - Girls Aloud
15- Gimme me fiction - Spoon
16- Hey Hey Yo Yo My My - Junior Senior
17- Bang Bang rock and roll - Art Brut
18- Discover a lovelier you - Pernice Brothers
19- Silent alarm - Bloc Party
20- Late Registration - Kayne West
21- Twin Cinema - The New Pornographers
22- Boy in da corner - Dizzie Rascal
23- Separation Sunday - The hold steady
El peor: Who cares?
Top 5 TV
1- Padre de familia - Fox
2- Harvey Birdman, abogado - Cartoon Network
3- La noche del 10 - Canal 13
4- Cheaters - Reality TV
5- Mission Hill - Cartoon Network
Top 5 caprichos
1- Leer Sock Monkey en voz alta.
2- Naza Chong, Tina y The Masaedos (Agus, Pitufina y
una Martínez).
3- Estar bien, bien, bien equivocado.
4- Simplemente Domínguez.
5- Los chinos que vienen a casa.
Lo mejor y lo peor de 2006
por Juan Pablo Martínez
20 estrenos grossos:
1) King Kong
2) Million Dollar Baby
3) Tierra de los muertos
4) Tiempo de valientes
5) La casa de cera
6) Charlie y la fábrica de chocolate
7) Como un avión estrellado
8) Guerra de los mundos
9) El aura
10) Bob Esponja, la película
11) Una historia violenta
12) Whisky Romeo Zulu
13) Vida acuática
14) Alejandro Magno
15) Adictos al sexo
16) Un Santa no tan santo
17) Whisky
18) Los rompebodas
19) Virgen a los 40
20) Mar abierto
5 estrenos feos:
1) Papá se volvió loco!!
2) Cargo de conciencia
3) Melinda y Melinda
4) Closer
5) Espanglish
20 discos grossos:
1) Make Believe – Weezer
2) Confessions on a Dance Floor – Madonna
3) Chemistry – Girls Aloud
4) Primer Corte – Coiffeur
5) Chaos and Creation in the Backyard – Paul McCartney
6) Fijación oral Vol. 1 – Shakira
7) Oral Fixation Vol. 2 – Shakira
8) The Alternative to Love – Brendan Benson
9) Soy una sola vez – Willem
10) Come and Get It – Rachel Stevens
11) 12 Songs – Neil Diamond
12) Devils & Dust – Bruce Springsteen
13) Arular – M.I.A.
14) Hey Hey My My Yo Yo– Junior Senior
15) Anoche – Babasónicos
16) Body of Song – Bob Mould
17) Nightbird – Erasure
18) Illinois – Surfjan Stevens
19) Blinking Lights and Other Revelations – eels
20) Late Registration – Kanye West
20 1/2) El regreso – Andrés Calamaro
El disco más feo del año: X & Y - Coldplay
5 singles grossos cuyos discos no están en la lista de arriba porque a) no son tan buenos o b) el disco se editó en 2004:
1) Hollaback Girl (Gwen Stefani)
2) Do You Want To (Franz Ferdinand)
3) Cool (Gwen Stefani)
4) All About Us (Tatu)
5) Just Want You To Know (Backstreet Boys)
Los singles más feos del año: Axel F. (Crazy Frog) / La camisa negra (Juanes) / Nada de esto fue un error (Coti, Julieta Venegas y Paulina Rubio)
5 videos grossos:
1) Just Want You To Know (Backstreet Boys)
2) Wake Me Up When September Ends (Green Day)
3) All About Us (Tatu)
4) Cool (Gwen Stefani)
5) Hung Up (Madonna)
Los videos más feos del año: El de Britney embarazada, que parece una campaña a favor del aborto / Axel F. de Crazy Frog / Talk de Coldplay / Perfect Situation de Weezer (lo siento Rivers, pero el video es horrible y los cambios que hiciste en la canción, que en el disco era excelente, la arruinan por completo).
10 discos grossos de otros años que escuché por primera vez este año y flashié:
1) Tan simple como el amor – La casa azul (2004)
2) El sonido efervecente de La casa azul – La casa azul (2003) y todo lo que haya hecho Guille Milkyway en su vida.
3) Roger Nichols and the Small Circle of Friends – Idem (1968)
4) 69 Love Songs – The Magnetic Fields (1999)
5) Love Angel Music Baby – Gwen Stefani (2004)
6) Anniemal – Annie (2004)
7) Presents Author Unknown – Jason Falkner (1996)
8) One Mississippi – Brendan Benson (1996)
9) Lapalco – Brendan Benson (2002)
10) Find a Door - Pete Droge and the Sinners (1996)
10 recitales grossos:
1) Dizzee Rascal en el BUE
2) The White Stripes en el Luna Park
3) M.I.A. en el BUE
4) Duran Duran en el Personal Fest
5) Coiffeur en la Alianza Francesa
6) Elvis Costello en el BUE
7) Los Auténticos Decadentes en el Pepsi Music
8) Willem en Gandhi
9) The Strokes en el BUE
10) Placebo en el Luna Park
12 caprichos grossos:
1) Damián, mi novio.
2) Born To Run (30th Anniversary Edition) – Bruce Springsteen (la remasterización es increíble y necesaria tratándose del mejor disco de la historia –la edición anterior en cd dejaba mucho que desear-, pero como no tengo el original todavía no vi los 2 dvd’s que vienen en la edición)
3) Las temporadas de Seinfeld en DVD.
4) Macanudo Vol. 2 de Liniers.
5) Bonjour de Liniers.
6) Los helados Arcor (En especial los Slice de Menta -que sabe a Sugus de menta- y de Frutilla y el palito de Bon o Bon).
7) Los riquísimos y baratísimos ($3,50 el cuarto vs. los $4,50 que sale el vaso chiquito en Freddo y Munchi’s) helados de Faricci, la nueva heladería de Córdoba y Paso.
8) La serie Masters of Horror (irregular pero con picos geniales cortesía de Carpenter, Dante y Stuart Gordon).
9) Bad News Bears, de Richard Linklater.
10) La remera de “This is estar en el horno”.
11) Fever Pitch, de Peter y Bobby Farrelly.
12) Dodgeball, de Rawson Marshall Thurber.
Los caprichos más feos del año: Las remeras con inscripciones en italiano y las de I love AR / The Longest Yard, la primera “película Sandler” mala.
AGUSTINA LARREA:
1) "El cadáver de la novia"
2) "Whisky"
3) "Una historia violenta"
4) "Como un avión estrellado"
5) "Bob Esponja: La película"
Discos de afuera:
1) I'm a Bird Now (Antony and the Johnsons)
2) Twin Cinema (The New Pornographers)
3) Becoz i was too nervous at that time (My Little Airport)
4) Man Made (Teenage Fanclub)
5) Get Behind Me Satan (White Stripes)
Casi, casi, arañando: Hal (Hal), Digital Ash In A Digital Urn (Bright Eyes), Multiply (Jamie Lidell), Ich bin der eine von uns beiden (Andreas Dorau), Love Kraft (Super Furry Animals), A L'Origine (Benjamin Biolay), Plans (Death Cab for Cutie), Cru (Seu Jorge).
Bonus tracks:
2 españoles:
Nieves y rescates (Tachenko), Desaparezca aquí (Nacho Vegas)
2 bandas de sonido:
The Life Acquatic, Charly and the Chocolate Factory (Danny Elfman)
Llego tarde: Anniemal (Annie, 2004)
Discos de acá:
Coiffeur (Coiffeur)
Estoy bien, bien, bien (Victoria Mil)
Simplemente + Primer y último acto de noción (Lucas Martí por 2)
Onda (Entre Ríos)
La futura mirada del ex tenista (Sebastián Kramer)
Casi, casi, arañando: No se menciona la soga en casa del ahorcado (Los álamos), Banda de sonido original para la película El silencio de las cosas (Juan Stewart), Soy una vez (Willem), Cuarto creciente (Leo García), La tranquilidad después de la paliza (Francisco Bochatón).
Dos (buenos) vivos:
Diferentes maneras (Massacre), El regreso (Andrés Calamaro)
Alegrón:
La caja de Suárez
Reedición de Vital, de Leo García
Llego tarde: Hospital (Mi pequeña muerte, 2004)
Top 18 películas
1-King Kong (Peter Jackson)
2- El cadáver de la novia (Tim Burton)
3- Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll)
4- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
5- Una historia violenta (David Cronenberg)
6- La ciudad del pecado (Frank Miller y Robert
Rodriguez)
7- Adictos al sexo (John Waters)
8- La vida acuática (Wes Anderson)
9- Bob Esponja, la película (Stephen Hillenburg Sherm
Cohen )
10- Entre copas (Alexander Payne)
11- Tierra de los muertos (George A. Romero)
12- Un Santa no tan santo (Terry Zwigoff)
13- Vuelo Nocturno (Wes Craven)
14- Mar abierto (Chris Kentis)
15- Masacre en la cárcel 13 (Jean François Richet)
16- Buscando a Reynolds (Néstor Frenkel)
17- Wallace y Gromit. La batalla de los vegetales
(Nick Park)
18- Lemony Snicket: una serie de eventos
desafortunados (Brad Silberling)
La peor: Zatoichi (Takeshi Kitano)
Top 23 discos -primer año de banda ancha y la vital
presencia de Mr. Chong y Mr. Panoxx-
1- I am a bird now - Antony and the Johnsons
2- Guero - Beck
3- Estoy bien, bien, bien equivocado - Victoria Mil
4- Arular - M.I.A
5- Give Blood - The brakes
6- LCD Soundsystem - LCD Soundsystem
7- Corpse Bride Original Soundtrack
8- Z - My morning jacket
9- Prairie wind - Neil Young
10- Road to rouen - Supergrass
11- Queens of the stone age, lullabies to paralye
12- Los Alamos - No se menciona la soga en casa del
ahorcado
13- Correr - Florencia Ruiz
14- Chemistry - Girls Aloud
15- Gimme me fiction - Spoon
16- Hey Hey Yo Yo My My - Junior Senior
17- Bang Bang rock and roll - Art Brut
18- Discover a lovelier you - Pernice Brothers
19- Silent alarm - Bloc Party
20- Late Registration - Kayne West
21- Twin Cinema - The New Pornographers
22- Boy in da corner - Dizzie Rascal
23- Separation Sunday - The hold steady
El peor: Who cares?
Top 5 TV
1- Padre de familia - Fox
2- Harvey Birdman, abogado - Cartoon Network
3- La noche del 10 - Canal 13
4- Cheaters - Reality TV
5- Mission Hill - Cartoon Network
Top 5 caprichos
1- Leer Sock Monkey en voz alta.
2- Naza Chong, Tina y The Masaedos (Agus, Pitufina y
una Martínez).
3- Estar bien, bien, bien equivocado.
4- Simplemente Domínguez.
5- Los chinos que vienen a casa.
Lo mejor y lo peor de 2006
por Juan Pablo Martínez
20 estrenos grossos:
1) King Kong
2) Million Dollar Baby
3) Tierra de los muertos
4) Tiempo de valientes
5) La casa de cera
6) Charlie y la fábrica de chocolate
7) Como un avión estrellado
8) Guerra de los mundos
9) El aura
10) Bob Esponja, la película
11) Una historia violenta
12) Whisky Romeo Zulu
13) Vida acuática
14) Alejandro Magno
15) Adictos al sexo
16) Un Santa no tan santo
17) Whisky
18) Los rompebodas
19) Virgen a los 40
20) Mar abierto
5 estrenos feos:
1) Papá se volvió loco!!
2) Cargo de conciencia
3) Melinda y Melinda
4) Closer
5) Espanglish
20 discos grossos:
1) Make Believe – Weezer
2) Confessions on a Dance Floor – Madonna
3) Chemistry – Girls Aloud
4) Primer Corte – Coiffeur
5) Chaos and Creation in the Backyard – Paul McCartney
6) Fijación oral Vol. 1 – Shakira
7) Oral Fixation Vol. 2 – Shakira
8) The Alternative to Love – Brendan Benson
9) Soy una sola vez – Willem
10) Come and Get It – Rachel Stevens
11) 12 Songs – Neil Diamond
12) Devils & Dust – Bruce Springsteen
13) Arular – M.I.A.
14) Hey Hey My My Yo Yo– Junior Senior
15) Anoche – Babasónicos
16) Body of Song – Bob Mould
17) Nightbird – Erasure
18) Illinois – Surfjan Stevens
19) Blinking Lights and Other Revelations – eels
20) Late Registration – Kanye West
20 1/2) El regreso – Andrés Calamaro
El disco más feo del año: X & Y - Coldplay
5 singles grossos cuyos discos no están en la lista de arriba porque a) no son tan buenos o b) el disco se editó en 2004:
1) Hollaback Girl (Gwen Stefani)
2) Do You Want To (Franz Ferdinand)
3) Cool (Gwen Stefani)
4) All About Us (Tatu)
5) Just Want You To Know (Backstreet Boys)
Los singles más feos del año: Axel F. (Crazy Frog) / La camisa negra (Juanes) / Nada de esto fue un error (Coti, Julieta Venegas y Paulina Rubio)
5 videos grossos:
1) Just Want You To Know (Backstreet Boys)
2) Wake Me Up When September Ends (Green Day)
3) All About Us (Tatu)
4) Cool (Gwen Stefani)
5) Hung Up (Madonna)
Los videos más feos del año: El de Britney embarazada, que parece una campaña a favor del aborto / Axel F. de Crazy Frog / Talk de Coldplay / Perfect Situation de Weezer (lo siento Rivers, pero el video es horrible y los cambios que hiciste en la canción, que en el disco era excelente, la arruinan por completo).
10 discos grossos de otros años que escuché por primera vez este año y flashié:
1) Tan simple como el amor – La casa azul (2004)
2) El sonido efervecente de La casa azul – La casa azul (2003) y todo lo que haya hecho Guille Milkyway en su vida.
3) Roger Nichols and the Small Circle of Friends – Idem (1968)
4) 69 Love Songs – The Magnetic Fields (1999)
5) Love Angel Music Baby – Gwen Stefani (2004)
6) Anniemal – Annie (2004)
7) Presents Author Unknown – Jason Falkner (1996)
8) One Mississippi – Brendan Benson (1996)
9) Lapalco – Brendan Benson (2002)
10) Find a Door - Pete Droge and the Sinners (1996)
10 recitales grossos:
1) Dizzee Rascal en el BUE
2) The White Stripes en el Luna Park
3) M.I.A. en el BUE
4) Duran Duran en el Personal Fest
5) Coiffeur en la Alianza Francesa
6) Elvis Costello en el BUE
7) Los Auténticos Decadentes en el Pepsi Music
8) Willem en Gandhi
9) The Strokes en el BUE
10) Placebo en el Luna Park
12 caprichos grossos:
1) Damián, mi novio.
2) Born To Run (30th Anniversary Edition) – Bruce Springsteen (la remasterización es increíble y necesaria tratándose del mejor disco de la historia –la edición anterior en cd dejaba mucho que desear-, pero como no tengo el original todavía no vi los 2 dvd’s que vienen en la edición)
3) Las temporadas de Seinfeld en DVD.
4) Macanudo Vol. 2 de Liniers.
5) Bonjour de Liniers.
6) Los helados Arcor (En especial los Slice de Menta -que sabe a Sugus de menta- y de Frutilla y el palito de Bon o Bon).
7) Los riquísimos y baratísimos ($3,50 el cuarto vs. los $4,50 que sale el vaso chiquito en Freddo y Munchi’s) helados de Faricci, la nueva heladería de Córdoba y Paso.
8) La serie Masters of Horror (irregular pero con picos geniales cortesía de Carpenter, Dante y Stuart Gordon).
9) Bad News Bears, de Richard Linklater.
10) La remera de “This is estar en el horno”.
11) Fever Pitch, de Peter y Bobby Farrelly.
12) Dodgeball, de Rawson Marshall Thurber.
Los caprichos más feos del año: Las remeras con inscripciones en italiano y las de I love AR / The Longest Yard, la primera “película Sandler” mala.
AGUSTINA LARREA:
1) "El cadáver de la novia"
2) "Whisky"
3) "Una historia violenta"
4) "Como un avión estrellado"
5) "Bob Esponja: La película"
Discos de afuera:
1) I'm a Bird Now (Antony and the Johnsons)
2) Twin Cinema (The New Pornographers)
3) Becoz i was too nervous at that time (My Little Airport)
4) Man Made (Teenage Fanclub)
5) Get Behind Me Satan (White Stripes)
Casi, casi, arañando: Hal (Hal), Digital Ash In A Digital Urn (Bright Eyes), Multiply (Jamie Lidell), Ich bin der eine von uns beiden (Andreas Dorau), Love Kraft (Super Furry Animals), A L'Origine (Benjamin Biolay), Plans (Death Cab for Cutie), Cru (Seu Jorge).
Bonus tracks:
2 españoles:
Nieves y rescates (Tachenko), Desaparezca aquí (Nacho Vegas)
2 bandas de sonido:
The Life Acquatic, Charly and the Chocolate Factory (Danny Elfman)
Llego tarde: Anniemal (Annie, 2004)
Discos de acá:
Coiffeur (Coiffeur)
Estoy bien, bien, bien (Victoria Mil)
Simplemente + Primer y último acto de noción (Lucas Martí por 2)
Onda (Entre Ríos)
La futura mirada del ex tenista (Sebastián Kramer)
Casi, casi, arañando: No se menciona la soga en casa del ahorcado (Los álamos), Banda de sonido original para la película El silencio de las cosas (Juan Stewart), Soy una vez (Willem), Cuarto creciente (Leo García), La tranquilidad después de la paliza (Francisco Bochatón).
Dos (buenos) vivos:
Diferentes maneras (Massacre), El regreso (Andrés Calamaro)
Alegrón:
La caja de Suárez
Reedición de Vital, de Leo García
Llego tarde: Hospital (Mi pequeña muerte, 2004)
domingo, enero 08, 2006
El amor (segunda parte)
La idea era escribir una oración o un poco más sobre las mejores escenas del año. Pero Juan Manuel Domínguez no pudo contenerse, o no quiso hacerlo, y al escribir sobre la escena del King Kong de Peter Jackson terminó contando varias cosas que pueden llegar a no importarles. Están avisados.
Muchas de las cosas que pasan dentro de King Kong, ya sea como película o como ser ficcional que late, se golpea el pecho y se sabe pronta sombra, fueron demasiado para mi diciembre. Fue la película exacta en el momento más triste de mi vida, que sería torpe definir de exacto. Yo era King Kong, yo era torpe, gigante y bruto, yo lleve las cosas a una cima desde donde solo quedaba caer. Al menos así me sentía, en aquel primitivo estado de culpa tan lógico, para mi simiesco trato conmigo mismo, como bestial. Y esa mañana me subí al cine, por que King Kong es una película que envuelve, con patas que aprietan y protegen, y me deje llevar, llorar y llenar. King Kong es la aventura como un todo cinematográfico –un kit anti-males de este mundo- que lleva en su cintura un martillo/pasión hecho con la furia de Peter Jackson, un taladro/mito con la mecha que es la leyenda de la bestia de 10 metros y una sierra/nobleza capaz de subrayar y recortar momentos que en cualquier otro film estarían repletos –como chorreando mermelada- de la visión del mundo del director (Guerra de los mundos se me ocurre como primer ejemplo). Jackson ama a su film, su génesis y se entrega a la historia. Por todo eso y muchas cosas más que escapan a mis caracteres la secuencia del año, de mi año para el resto de mi vida, es la pelea de Kong contra tres Tiranosaurus Rex. La rubia, la gran Naomi Watts, logra escapar de un dino rex para quedar, a pasitos nomás, de otro. Intenta escapar, tropieza y cuando esta a punto de ser devorada, de entre la jungla aparece, como si de Superman se tratara, el Rey Mono. La pelea que a mi dominguero entender es la mejor de que alguna vez haya visto sigue hasta que los pugilistas se reducen a un one on one: T-Rex vrs. Kong. Como si de una videogame se tratara quedan a distancia protocolar, se miran, brama uno y grita el otro, la Rubia a mitad de camino retrocede sin dejar de ver al saurio y se refugia bajo las toneladas que hacen a Kong. Sabe de lo que es capaz. El Rey se golpea el pecho, el Dino torea. Chocan. El simio le abre la boca, y con los dientes le arranca la lengua (movimiento de match pendenciero, exagerado, único, arriesgado y definitivo, un movimiento muy similiar a lo que King Kong es al cine). Dino no puede, Kong sabe que tiene que ponerle fin. Y lo hace. Cae el dinosaurio vencido, el mono se para sobre su rostro y nuevamente se magulla el pecho. Después, se aparta de la rubia, como su cuasi sacrificio no dejara en claro su pasión. Ella se le acerca. Y él la sube a su lomo, demostrándole que sus gestos enfermos, que su violencia no son más que sus únicas formas de cuidar, que solo así podía demostrarle lo que él era y que no podía jamás entenderla, si quererla, pero no comprenderla. Su amor en furia lo mato. Por esa ferocidad tan cruel y noble, que tan mía siento a veces en más de una persona, por sentirme tremendo, y extinto, y por descubrir una isla donde vivir, llamada King Kong, es que esa escena y esta película son, término discapacitado para mostrar su importancia, “mi película del año”.
Juan Manuel Domínguez
Muchas de las cosas que pasan dentro de King Kong, ya sea como película o como ser ficcional que late, se golpea el pecho y se sabe pronta sombra, fueron demasiado para mi diciembre. Fue la película exacta en el momento más triste de mi vida, que sería torpe definir de exacto. Yo era King Kong, yo era torpe, gigante y bruto, yo lleve las cosas a una cima desde donde solo quedaba caer. Al menos así me sentía, en aquel primitivo estado de culpa tan lógico, para mi simiesco trato conmigo mismo, como bestial. Y esa mañana me subí al cine, por que King Kong es una película que envuelve, con patas que aprietan y protegen, y me deje llevar, llorar y llenar. King Kong es la aventura como un todo cinematográfico –un kit anti-males de este mundo- que lleva en su cintura un martillo/pasión hecho con la furia de Peter Jackson, un taladro/mito con la mecha que es la leyenda de la bestia de 10 metros y una sierra/nobleza capaz de subrayar y recortar momentos que en cualquier otro film estarían repletos –como chorreando mermelada- de la visión del mundo del director (Guerra de los mundos se me ocurre como primer ejemplo). Jackson ama a su film, su génesis y se entrega a la historia. Por todo eso y muchas cosas más que escapan a mis caracteres la secuencia del año, de mi año para el resto de mi vida, es la pelea de Kong contra tres Tiranosaurus Rex. La rubia, la gran Naomi Watts, logra escapar de un dino rex para quedar, a pasitos nomás, de otro. Intenta escapar, tropieza y cuando esta a punto de ser devorada, de entre la jungla aparece, como si de Superman se tratara, el Rey Mono. La pelea que a mi dominguero entender es la mejor de que alguna vez haya visto sigue hasta que los pugilistas se reducen a un one on one: T-Rex vrs. Kong. Como si de una videogame se tratara quedan a distancia protocolar, se miran, brama uno y grita el otro, la Rubia a mitad de camino retrocede sin dejar de ver al saurio y se refugia bajo las toneladas que hacen a Kong. Sabe de lo que es capaz. El Rey se golpea el pecho, el Dino torea. Chocan. El simio le abre la boca, y con los dientes le arranca la lengua (movimiento de match pendenciero, exagerado, único, arriesgado y definitivo, un movimiento muy similiar a lo que King Kong es al cine). Dino no puede, Kong sabe que tiene que ponerle fin. Y lo hace. Cae el dinosaurio vencido, el mono se para sobre su rostro y nuevamente se magulla el pecho. Después, se aparta de la rubia, como su cuasi sacrificio no dejara en claro su pasión. Ella se le acerca. Y él la sube a su lomo, demostrándole que sus gestos enfermos, que su violencia no son más que sus únicas formas de cuidar, que solo así podía demostrarle lo que él era y que no podía jamás entenderla, si quererla, pero no comprenderla. Su amor en furia lo mato. Por esa ferocidad tan cruel y noble, que tan mía siento a veces en más de una persona, por sentirme tremendo, y extinto, y por descubrir una isla donde vivir, llamada King Kong, es que esa escena y esta película son, término discapacitado para mostrar su importancia, “mi película del año”.
Juan Manuel Domínguez
domingo, diciembre 18, 2005
2005: topS
1- Un Santa no tan santo (Terry Zwigoff)
2- Una historia violenta (David Cronenberg)
3- Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll)
4- Bob Esponja, la película (Stephen Hillenburg Sherm Cohen)
5- Clean (Olivier Assayas)
6- El cadaver de la novia (Tim Burton)
7- King Kong (Peter Jackson)
8- Código 46 (Michael Winterbottom)
9- La vida acuática (Wes Anderson)
10- Millones (Danny Boyle)
11- Entre copas (Alexander Payne)
12- Wallace y Gromit. La batalla de los vegetales (Nick Park)
13- La secretaria de Hitler (André Heller y Othmar Schmiderer)
14- La dama de honor (Claude Chabrol)
15- Una mujer infiel (Tod Williams)
16- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
17- Luces rojas (Cédric Kahn)
18- La casa de Cera (Jaume Collet-Serra)
19- Grissinopoli (Darío Doria)
20- El secreto de Vera Drake (Mike Leigh)
21- Ocho años después (Raúl Perrone)
22- Adictos al sexo (John Waters)
23- Buscando a Reynolds (Néstor Frenkel)
24- La ciudad del pecado (Frank Miller y Robert Rodriguez)
25- Tierra de los muertos (George A. Romero)
ya que estamos: Vuelo Nocturno (Wes Craven)
5 imperdibles que me perdí:
1- 2046 (Wong Kar-Wai)
2- En sus zapatos (Curtis Hanson)
3- Géminis (Albertina Carri)
4- Million Dollar Baby (Clint Eastwood)
5- Vida en pareja (François Ozon)
ellas:
Traudl Junge
Samantha Morton
Maggie Cheung
Julia Jenstch
Manuela Martelli
ellos:
Viggo
Billy Bob Thornton
Gromit
Thomas Haden Church
Miguel Tomasín
un momento mágico: los besos de leche condensada de Machuca
un cameo: Adrián Cayetano Paoletti en Modelo 73
una sorpresa: Mar abierto de Chris Kentis
un polvo: el final de Código 46
una docena de garchas atómicas:
1- El hombre del bosque (Nicole Kassell)
2- El mercader de Venecia (Michael Radford)
3- Plan de vuelo (Robert Schwentke)
4- Descubriendo el país del nunca jamás (Marc Forster)
5- El jardinero fiel (Fernando Meirelles)
6- Antes que termine el día (Gil Junger)
7- Una suegra de cuidado (Robert Luketic)
8- La intérprete (Sydney Pollack)
9- Días de furia (Niels Mueller)
10- Vanidad (Mira Nair)
11- Más allá de la muerte (Omar Naim)
12- Super Size Me (Morgan Spurlock)
10 chiquitas pero rendidoras de acá que puertearon la lista:
Cautiva (Gastón Birabén)
Como pasan las horas (Inés de Oliveira Cézar)
H.I.J.O.S., el alma en dos (Carmen Guarini y Marcelo Céspedes)
La dignidad de los nadies (Fernando Solanas)
La vida por Perón (Sergio Bellotti)
Modelo 73 (Rodrigo Moscoso)
Otra vuelta (S. Palavecino)
Paco Urondo, la palabra justa (Daniel Desaloms)
Pepe Núñez, luthier. El oficio de vivir (Fermín Rivera)
Tatuado (Eduardo Raspo)
10 de acá para esquivar:
Cargo de conciencia (Emilio Vieyra)
Dar de nuevo (Atilio Perin)
El viento (Eduardo Mignona)
La esperanza (Francisco D'Intino)
Papá se volvió loco!! (Rodolfo Ledo)
Pyme (sitiados) (Alejandro Malowicki)
Rosas rojas... Rojas (Carlos Martínez)
Sólo un ángel (Horacio Maldonado)
Un buda (Diego Rafecas)
Un minuto de silencio (Roberto Maiocco)
2- Una historia violenta (David Cronenberg)
3- Whisky (Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll)
4- Bob Esponja, la película (Stephen Hillenburg Sherm Cohen)
5- Clean (Olivier Assayas)
6- El cadaver de la novia (Tim Burton)
7- King Kong (Peter Jackson)
8- Código 46 (Michael Winterbottom)
9- La vida acuática (Wes Anderson)
10- Millones (Danny Boyle)
11- Entre copas (Alexander Payne)
12- Wallace y Gromit. La batalla de los vegetales (Nick Park)
13- La secretaria de Hitler (André Heller y Othmar Schmiderer)
14- La dama de honor (Claude Chabrol)
15- Una mujer infiel (Tod Williams)
16- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
17- Luces rojas (Cédric Kahn)
18- La casa de Cera (Jaume Collet-Serra)
19- Grissinopoli (Darío Doria)
20- El secreto de Vera Drake (Mike Leigh)
21- Ocho años después (Raúl Perrone)
22- Adictos al sexo (John Waters)
23- Buscando a Reynolds (Néstor Frenkel)
24- La ciudad del pecado (Frank Miller y Robert Rodriguez)
25- Tierra de los muertos (George A. Romero)
ya que estamos: Vuelo Nocturno (Wes Craven)
5 imperdibles que me perdí:
1- 2046 (Wong Kar-Wai)
2- En sus zapatos (Curtis Hanson)
3- Géminis (Albertina Carri)
4- Million Dollar Baby (Clint Eastwood)
5- Vida en pareja (François Ozon)
ellas:
Traudl Junge
Samantha Morton
Maggie Cheung
Julia Jenstch
Manuela Martelli
ellos:
Viggo
Billy Bob Thornton
Gromit
Thomas Haden Church
Miguel Tomasín
un momento mágico: los besos de leche condensada de Machuca
un cameo: Adrián Cayetano Paoletti en Modelo 73
una sorpresa: Mar abierto de Chris Kentis
un polvo: el final de Código 46
una docena de garchas atómicas:
1- El hombre del bosque (Nicole Kassell)
2- El mercader de Venecia (Michael Radford)
3- Plan de vuelo (Robert Schwentke)
4- Descubriendo el país del nunca jamás (Marc Forster)
5- El jardinero fiel (Fernando Meirelles)
6- Antes que termine el día (Gil Junger)
7- Una suegra de cuidado (Robert Luketic)
8- La intérprete (Sydney Pollack)
9- Días de furia (Niels Mueller)
10- Vanidad (Mira Nair)
11- Más allá de la muerte (Omar Naim)
12- Super Size Me (Morgan Spurlock)
10 chiquitas pero rendidoras de acá que puertearon la lista:
Cautiva (Gastón Birabén)
Como pasan las horas (Inés de Oliveira Cézar)
H.I.J.O.S., el alma en dos (Carmen Guarini y Marcelo Céspedes)
La dignidad de los nadies (Fernando Solanas)
La vida por Perón (Sergio Bellotti)
Modelo 73 (Rodrigo Moscoso)
Otra vuelta (S. Palavecino)
Paco Urondo, la palabra justa (Daniel Desaloms)
Pepe Núñez, luthier. El oficio de vivir (Fermín Rivera)
Tatuado (Eduardo Raspo)
10 de acá para esquivar:
Cargo de conciencia (Emilio Vieyra)
Dar de nuevo (Atilio Perin)
El viento (Eduardo Mignona)
La esperanza (Francisco D'Intino)
Papá se volvió loco!! (Rodolfo Ledo)
Pyme (sitiados) (Alejandro Malowicki)
Rosas rojas... Rojas (Carlos Martínez)
Sólo un ángel (Horacio Maldonado)
Un buda (Diego Rafecas)
Un minuto de silencio (Roberto Maiocco)
domingo, noviembre 27, 2005
Conozco la canción
Siete de las mejores cincuenta canciones del cine, según Juan Manuel Dominguez:
Bohemian Rapsodhy – Queen - Wayne´s world
Siempre, pero siempre que me siento solo en el mundo, decido darme una vuelta por ese estado de la mente que es Aurora, Illinois. Myers y cía. eructan, de forma estridente, imposible de ignorar allá en el 1992 y más adelante también, un carnaval de jevi metal, de setentismo virgen (literalmente en el caso de Garth, el Robin de Wayne Campbell) y de actitudes chabonas mezcladas, morigeradas quizás, con referencias a la cultura pop. Eso no suma puntos per sé pero lo que si consigue ese método, el del link cool, es generar un sistema que sabe leer, explicar, soltar el trapo –y las bandas- y entiende la cultura de los últimos 20 años mejor que cualquier otro film –hasta la llegada de Zoolander-; y encima sólo parece un cúmulo de tontos chiste de rock. Cuando no sepan donde encontrarme, ya saben donde voy a estar: Aurora, Illinois.
Space Oddity - David Bowie - La herencia del Sr. Deeds
Deeds es un hombre que se zarpa en simple. Vive en un pueblo, está soltero con apuro y su mayor anhelo es escribir tarjetas para la compañía Hallmark. De repente hereda billones de dólares. Mientras viaja a “la gran ciudad”, en pleno vuelo, comienza a cantar en sincro con los pilotos y un tenor con pinta de hillbilly Space Oddity de David Bowie. Todo, todo, todo lo que es Sandler –o era-, con respecto a la magia, a la simpleza, a la democracia del pop, a las ganas de y a la felicidad se resumen en la tercera mejor secuencia musical de su filmografía.
My Brain Is Hanging Upside Down (Bonzo Goes to Bitburg) – The Ramones - Escuela de rock
Los niños están bien, más que bien. Un slacker enseña rock n’ roll en una escuela privada. Con eso, con ese puente gigante, Linklater, Jack Black y Mike White despliegan su saber musical, al desconocer logias de todo tipo, de las micro musicales, de las canónicas, de las altas y bajas, de las pop goes the world o de las marmóreas. Para lograr esos, encierran la música que escuchan todos y la otra en la mente del slacker en cuestión, el godzillesco Jack Black. El habla mal de Liza Minnelli, de Christina Aguilera, de Puff Daddy y se impresiona porque los niños no saben quiénes son Led Zeppelín y Black Sabbath. ¿Importa saber qué bandas ama? Si y no. Ahí esta el clip “ de educación”, donde mediante un montaje de imagenes de los niños viendo a gente como Cobain, The Clash, The Who y miles más se nos muestra cómo la música deja de estar en libertad para ellos, y deciden encerrarla par siempre en sus cabezas. La canción que suena junto con ese momento (porque musicalizar es para ascensores) es My brain is hanging upside down (Bonzo goes to bitburg) de The Ramones. Cuatro acordes que pegan, que se hacen adrenalínicos, que dan ganas de aprender a amar la música de nuevo y dejar de tratarla como algo que se encuentra en un catálogo. En Escuela de Rock, la pasión manda.
God Gave Rock & Roll to You - KISS - Bill & Ted Bogus Journey
Bill & Ted son las personas más importantes de la historia de la humanidad. Al menos en este film. ¿Pero como logran dos proto metaleros a punto de brotar en grunges –año 1991- dar vuelta el mundo en 93 minutos? Fácil: después de darse cuenta que el sentido de la vida es un tema de Poison y recitárselo a Dios, viajan en el tiempo, aprenden a tocar, dejan que el bajo quede en manos de La Muerte (sip, esa de Bergman o casi) y trasmiten a todos los televisores del mundo “su” canción, una que dice algo así como que dios nos dio el rock & roll a todos, a vos, a mi, a quien quiera. Mediante un montaje, mientras suena Kiss, vemos tapas de revistas que nos muestran los cambios que lograron Bill & Ted: guitarras que limpian el smog del aire e inventos semejantes. Y todos bailan en todo el mundo. Puff, no logo that, Klein.
Wanna Grow Old With You –Adam Sandler - La mejor de mis bodas
Sandler sale desde la primera clase de un avión para cantarle a quien lo venia escuchando por los parlantes desde la clase turista: Drew Barrymore. Billy Idol empujando al novio de la chica fuera de los sueños sandlerianos con un carrito de comida da una mano al asunto. Sandler se arrodilla y empieza a cantar una de esas melodías que lo caracterizan: tan infantiles que lastiman en su simpleza (“Hasta te dejaré usar el control remoto”). Unos pocos acordes, una voz aguda en clave de noñez motorizada por terror y amor. Una canción que da rienda suelta a esas lágrimas de las que siempre vamos a llorar y que nos duelen tanto, las mismas que nos hace brotar el sentir miedo de algo nuevo o el terror de algo que uno creía viejo. En fin, toda la torpeza de las ganas, de la alegría de coincidir, de los nervios que poseen ambos extremos del amor.
Itis not Unusal - Tom Jones - Mars Attack!
América os necesita. ¿No me creéis? Mirad por las ventanas. Esos sujetos con el cerebro al aire que hablan con monosílabos y que viene del espacio exterior están destruyendo el mundo tal como lo conocemos. Escuchad… Es una vieja melodía cuyo tono agudo los ha eliminado. El mundo debe resurgir, la vida ha triunfado. Entonces, ¿Cómo termina Tim Burton su homenaje a unas figuritas de las 50? Una serie de personas, una serie de tres, logró escapar en busca de un paraíso perdido a bordo de una avioneta comandada por Tom Jones. Una vez que llegan, la paz está con nosotros y Tom Jones lo sabe. Por eso ocupa el plano y se planta a la orilla de una sierra. El plano es puro Jones, el cantante extiende su brazo y un águila calva se posa en él mientras empieza a sonar su más grande éxito It´s not inusual. Con el otro brazo haciendo el tempo de la canción mediante chasquidos, una sonrisa de dios olímpico y con la mirada alegre buscando horizontes, Jones se convierte en ciudadano ilustre del mundo nuevo.
Somebody´s Getting Married/She'll Make Me Happy – Rana René, Miss Piggy y Plaza Sésamo y Los muppets completos - Los Muppets toman Manhattan
Lo he escrito en más de un lugar pero lo vuelvo a hacer: Todo lo que representan los Muppets es lo que creo esta bien con este mundo. Sus excesos, su inocencia cínica, sus alegrías, sus canciones, sus pasiones, su inevitable inercia, sus ganas de destruir al mundo mientras lo dominan de colores y, obviamente, el amor como nexo con otra persona. Ahí entran en juego la rana René y Miss Piggy. Al final de la dominación de Manhattan (Si fuera el TEG diríamos: Muppets atacan Manhattan y nuestros dados tendrían en cada uno de sus lados de seis puntitos) logran estrenar su musical. En un momento de la obra hay una secuencia de casamiento donde vemos a todos los integrantes de los Muppets, incluso de su génesis televisiva, y al cast completo de Plaza Sésamo (Big Bird y compañía) cantando por el amor de una rana ojos de pelota de ping pong y una cerda de astronómicos ojos azules. “Serán felices/ ahora y siempre /Until forever/ their love will grow” cantan cientos, cientos de peluches, marionetas y sujetos. Y, logran que ese amor, tan chiquito como una batracio y una chancha adquiera una proporción y una velocidad y una furia que, uno se lo quiere creer, durará por siempre. Total, ellos nunca morirán.
Bohemian Rapsodhy – Queen - Wayne´s world
Siempre, pero siempre que me siento solo en el mundo, decido darme una vuelta por ese estado de la mente que es Aurora, Illinois. Myers y cía. eructan, de forma estridente, imposible de ignorar allá en el 1992 y más adelante también, un carnaval de jevi metal, de setentismo virgen (literalmente en el caso de Garth, el Robin de Wayne Campbell) y de actitudes chabonas mezcladas, morigeradas quizás, con referencias a la cultura pop. Eso no suma puntos per sé pero lo que si consigue ese método, el del link cool, es generar un sistema que sabe leer, explicar, soltar el trapo –y las bandas- y entiende la cultura de los últimos 20 años mejor que cualquier otro film –hasta la llegada de Zoolander-; y encima sólo parece un cúmulo de tontos chiste de rock. Cuando no sepan donde encontrarme, ya saben donde voy a estar: Aurora, Illinois.
Space Oddity - David Bowie - La herencia del Sr. Deeds
Deeds es un hombre que se zarpa en simple. Vive en un pueblo, está soltero con apuro y su mayor anhelo es escribir tarjetas para la compañía Hallmark. De repente hereda billones de dólares. Mientras viaja a “la gran ciudad”, en pleno vuelo, comienza a cantar en sincro con los pilotos y un tenor con pinta de hillbilly Space Oddity de David Bowie. Todo, todo, todo lo que es Sandler –o era-, con respecto a la magia, a la simpleza, a la democracia del pop, a las ganas de y a la felicidad se resumen en la tercera mejor secuencia musical de su filmografía.
My Brain Is Hanging Upside Down (Bonzo Goes to Bitburg) – The Ramones - Escuela de rock
Los niños están bien, más que bien. Un slacker enseña rock n’ roll en una escuela privada. Con eso, con ese puente gigante, Linklater, Jack Black y Mike White despliegan su saber musical, al desconocer logias de todo tipo, de las micro musicales, de las canónicas, de las altas y bajas, de las pop goes the world o de las marmóreas. Para lograr esos, encierran la música que escuchan todos y la otra en la mente del slacker en cuestión, el godzillesco Jack Black. El habla mal de Liza Minnelli, de Christina Aguilera, de Puff Daddy y se impresiona porque los niños no saben quiénes son Led Zeppelín y Black Sabbath. ¿Importa saber qué bandas ama? Si y no. Ahí esta el clip “ de educación”, donde mediante un montaje de imagenes de los niños viendo a gente como Cobain, The Clash, The Who y miles más se nos muestra cómo la música deja de estar en libertad para ellos, y deciden encerrarla par siempre en sus cabezas. La canción que suena junto con ese momento (porque musicalizar es para ascensores) es My brain is hanging upside down (Bonzo goes to bitburg) de The Ramones. Cuatro acordes que pegan, que se hacen adrenalínicos, que dan ganas de aprender a amar la música de nuevo y dejar de tratarla como algo que se encuentra en un catálogo. En Escuela de Rock, la pasión manda.
God Gave Rock & Roll to You - KISS - Bill & Ted Bogus Journey
Bill & Ted son las personas más importantes de la historia de la humanidad. Al menos en este film. ¿Pero como logran dos proto metaleros a punto de brotar en grunges –año 1991- dar vuelta el mundo en 93 minutos? Fácil: después de darse cuenta que el sentido de la vida es un tema de Poison y recitárselo a Dios, viajan en el tiempo, aprenden a tocar, dejan que el bajo quede en manos de La Muerte (sip, esa de Bergman o casi) y trasmiten a todos los televisores del mundo “su” canción, una que dice algo así como que dios nos dio el rock & roll a todos, a vos, a mi, a quien quiera. Mediante un montaje, mientras suena Kiss, vemos tapas de revistas que nos muestran los cambios que lograron Bill & Ted: guitarras que limpian el smog del aire e inventos semejantes. Y todos bailan en todo el mundo. Puff, no logo that, Klein.
Wanna Grow Old With You –Adam Sandler - La mejor de mis bodas
Sandler sale desde la primera clase de un avión para cantarle a quien lo venia escuchando por los parlantes desde la clase turista: Drew Barrymore. Billy Idol empujando al novio de la chica fuera de los sueños sandlerianos con un carrito de comida da una mano al asunto. Sandler se arrodilla y empieza a cantar una de esas melodías que lo caracterizan: tan infantiles que lastiman en su simpleza (“Hasta te dejaré usar el control remoto”). Unos pocos acordes, una voz aguda en clave de noñez motorizada por terror y amor. Una canción que da rienda suelta a esas lágrimas de las que siempre vamos a llorar y que nos duelen tanto, las mismas que nos hace brotar el sentir miedo de algo nuevo o el terror de algo que uno creía viejo. En fin, toda la torpeza de las ganas, de la alegría de coincidir, de los nervios que poseen ambos extremos del amor.
Itis not Unusal - Tom Jones - Mars Attack!
América os necesita. ¿No me creéis? Mirad por las ventanas. Esos sujetos con el cerebro al aire que hablan con monosílabos y que viene del espacio exterior están destruyendo el mundo tal como lo conocemos. Escuchad… Es una vieja melodía cuyo tono agudo los ha eliminado. El mundo debe resurgir, la vida ha triunfado. Entonces, ¿Cómo termina Tim Burton su homenaje a unas figuritas de las 50? Una serie de personas, una serie de tres, logró escapar en busca de un paraíso perdido a bordo de una avioneta comandada por Tom Jones. Una vez que llegan, la paz está con nosotros y Tom Jones lo sabe. Por eso ocupa el plano y se planta a la orilla de una sierra. El plano es puro Jones, el cantante extiende su brazo y un águila calva se posa en él mientras empieza a sonar su más grande éxito It´s not inusual. Con el otro brazo haciendo el tempo de la canción mediante chasquidos, una sonrisa de dios olímpico y con la mirada alegre buscando horizontes, Jones se convierte en ciudadano ilustre del mundo nuevo.
Somebody´s Getting Married/She'll Make Me Happy – Rana René, Miss Piggy y Plaza Sésamo y Los muppets completos - Los Muppets toman Manhattan
Lo he escrito en más de un lugar pero lo vuelvo a hacer: Todo lo que representan los Muppets es lo que creo esta bien con este mundo. Sus excesos, su inocencia cínica, sus alegrías, sus canciones, sus pasiones, su inevitable inercia, sus ganas de destruir al mundo mientras lo dominan de colores y, obviamente, el amor como nexo con otra persona. Ahí entran en juego la rana René y Miss Piggy. Al final de la dominación de Manhattan (Si fuera el TEG diríamos: Muppets atacan Manhattan y nuestros dados tendrían en cada uno de sus lados de seis puntitos) logran estrenar su musical. En un momento de la obra hay una secuencia de casamiento donde vemos a todos los integrantes de los Muppets, incluso de su génesis televisiva, y al cast completo de Plaza Sésamo (Big Bird y compañía) cantando por el amor de una rana ojos de pelota de ping pong y una cerda de astronómicos ojos azules. “Serán felices/ ahora y siempre /Until forever/ their love will grow” cantan cientos, cientos de peluches, marionetas y sujetos. Y, logran que ese amor, tan chiquito como una batracio y una chancha adquiera una proporción y una velocidad y una furia que, uno se lo quiere creer, durará por siempre. Total, ellos nunca morirán.
sábado, noviembre 26, 2005
Cerrado por duelo
viernes, noviembre 11, 2005
Fuck you... and fuck Frank Sinatra
Power to the people no delay...
Si alguien conoce una película de los últimos veinte años que empiece mejor que Haz lo correcto (Do the Right Thing, Spike Lee, 1989), que me avise...
(Rosie Pérez baila Fight the Power de Public Enemy vestida con un top, short y guantes de box)
Lemme hear you say...
Fight the Power
Elvis was a hero to most
But he never meant shit to me you see
Straight up racist that sucker was
Simple and plain
Motherfuckin him and John Wayne
Cause I'm Black and I'm proud
I'm ready and hyped plus I'm amped
Most of my heroes don't appear on no stamps
Sample a look back you look and find
Nothing but rednecks for 400 years if you check
Don't worry be happy
Was a number one jam
Damn if I say it you can slap me right here
(Get it) lets get this party started right
Right on, c'mon
What we got to say
Power to the people no delay
To make everybody see
In order to fight the powers that be
y como yapa, más adelante:
- Dago, wop, garlic-breath, guinea, pizza-slinging, spaghetti-bending, Vic Damone, Perry Como, Luciano Pavarotti, Sole Mio, nonsinging motherfucker.
- You gold-teeth, gold-chain-wearing, fried-chicken-and-biscuit-eatin', monkey, ape, baboon, big thigh, fast-running, three-hundred-sixty-degree-basketball-dunking spade Moulan Yan.
- You slant-eyed, me-no-speak-American, own every fruit and vegetable stand in New York, Reverend Moon, Summer Olympics '88, Korean kick-boxing bastard.
- Goya bean-eating, fifteen in a car, thirty in an apartment, pointed shoes, red-wearing, Menudo, meda-meda Puerto Rican cocksucker.
- It's cheap, I got a good price for you, Mayor Koch, "How I'm doing," chocolate-egg-cream-drinking, bagel and lox, B'nai B'rith asshole.
- Yo! Hold up! Time out! Time out! Y'all take a chill. Ya need to cool that shit out... and that's the truth, Ruth.
Si alguien conoce una película de los últimos veinte años que empiece mejor que Haz lo correcto (Do the Right Thing, Spike Lee, 1989), que me avise...
(Rosie Pérez baila Fight the Power de Public Enemy vestida con un top, short y guantes de box)
Lemme hear you say...
Fight the Power
Elvis was a hero to most
But he never meant shit to me you see
Straight up racist that sucker was
Simple and plain
Motherfuckin him and John Wayne
Cause I'm Black and I'm proud
I'm ready and hyped plus I'm amped
Most of my heroes don't appear on no stamps
Sample a look back you look and find
Nothing but rednecks for 400 years if you check
Don't worry be happy
Was a number one jam
Damn if I say it you can slap me right here
(Get it) lets get this party started right
Right on, c'mon
What we got to say
Power to the people no delay
To make everybody see
In order to fight the powers that be
y como yapa, más adelante:
- Dago, wop, garlic-breath, guinea, pizza-slinging, spaghetti-bending, Vic Damone, Perry Como, Luciano Pavarotti, Sole Mio, nonsinging motherfucker.
- You gold-teeth, gold-chain-wearing, fried-chicken-and-biscuit-eatin', monkey, ape, baboon, big thigh, fast-running, three-hundred-sixty-degree-basketball-dunking spade Moulan Yan.
- You slant-eyed, me-no-speak-American, own every fruit and vegetable stand in New York, Reverend Moon, Summer Olympics '88, Korean kick-boxing bastard.
- Goya bean-eating, fifteen in a car, thirty in an apartment, pointed shoes, red-wearing, Menudo, meda-meda Puerto Rican cocksucker.
- It's cheap, I got a good price for you, Mayor Koch, "How I'm doing," chocolate-egg-cream-drinking, bagel and lox, B'nai B'rith asshole.
- Yo! Hold up! Time out! Time out! Y'all take a chill. Ya need to cool that shit out... and that's the truth, Ruth.
miércoles, junio 01, 2005
En picada
(estrenos de esta semana a las apuradas, por Naza Chong)
1- LA CAIDA (Der Untergang), de Oliver Hirschbiegel.
Detallista hasta la médula, La caída es uno de esos plomos que anteponen su importancia temática a su calidad narrativa. Si bien no se trata de una película ofensiva y no es reprochable esa supuesta humanización de Hitler, La caída contiene más de una ambigüedad escalofriante (la simbología del pueblo alemán y la forma de encarar los distintos suicidios, por nombrar dos ejemplos). Se trata más bien de una película chata y que se siente estirada. El gimmick de la primera película histórica del mainstream alemán sobre los últimos días de Hitler es tan atractivo como la iconografía nazi. Pero quien busque cine interesante esta semana deberá refugiarse en el ciclo de Anne-Marie Miéville en la Lugones, ¡Locura! en el Malba, la retrospectiva de Rafael Filippelli en el Rojas o La rebelión de las formas en la Alianza Francesa.
2- RAUL SENDIC - TUPAMARO, de Alejandro Figueroa.
Documental que se apoya en la reconstrucción oral de lavida del revolucionario uruguayo líder del MLN - Tupamaros. Esta falta de imágenes de peso hace que pierda ritmo la vertiginosa vida de Sendic. De cualquier forma la sucesión de testimonios son escalofriantes y el fragmento del discurso de Sendic que se puede ver una vez que le reconstruyeron la cara y recuperó el habla es el punto más alto de la película. Raúl Sendic - Tupamaro tiene demasiados puntos de interés, pero lamentablemente casi ninguno de ellos se puede ver en pantalla.
3- DE-LOVELY, de Irwin Winkler.
¡Basta de biopics culposos! De-Lovely se ataja ya desde el principio, en una bochornosa escena en que la vida de Cole Porter se escenifica frente a sus narices. Con un énfasis demasiado grande en su esposa, con esa sensación de arrepentimiento culposo y sin profundizar nunca en la teoría del matrimonio por conveniencia ni en la sexualidad de su esposa, personaje principal del film, a pesar de hacer algunas vagas insinuaciones sobre ambos temas. De-Lovely está llena de cameos de músicos famosos que interpretan las canciones de Porter, la mayoría "filmados con los pies" (nótense los malabares en cada encuadre para poner todo el tiempo a, por ejemplo, Robbie Williams en un punto fuerte de la pantalla). Esos momentos son los únicos en los que se puede encontrar algún tipo de goce, ya que la mayoría de las composiciones de Porter son indestructibles, sus letras divertidas y en varios momentos se utilizan para mostrar como Porter se mofaba de su esposa. Pero llegan las tragedias a la vida de Porter y la desaparición de los números musicales con sus canciones más intensas se siente como una castración audiovisual.
4- LA ESPERANZA, de Francisco D'Intino.
Bodrio de D'Intino, La esperanza es optimista más allá de lo tolerable. Otra historia de pueblerinos buenudos en el sur del país. Dumont está menos peor que siempre, pero esta vez lo exasperante es ese altruismo forzado de las actitudes de todos los personajes. Una historia sobre reconstruir la vida tras las pérdidas de seres queridos con todas las frases grasas y rimbombantes esperables en un film de esta calaña.
5- PAPA SE VOLVIO LOCO, de Rodolfo Ledo.
Ni tan papá ni tan loco. Apenas un pequeño brote sicótico de un marido. Locura y paternalismo son dos pequeños puntos de esta nueva explotación televisiva, ahora a cargo de Ledo. Francella es el peor ejemplo del turista típico argentino según Pinti. Parece que no podría ser peor, pero acá Francella copia mal chistes de otras películas cada vez que se encuentra con una mulatona que baila en casi todo plano en que aparece y lo pone como loco. Lucía Galán está siempre al menos dos puntitos arriba del grotesco, pero no llega al nivel de intolerabilidad de Daniel Aráoz, que tiene siempre un mal chiste a mano, está caliente con todas y sale con Ingrid Grudke, a la que obligan a estar de espaldas y en tanga casi toda la película. Papá se volvió loco es pésima hasta para el Francellómetro.
* SAHARA, de Breck Eisner.
JMDude dice que Sahara es la peor película de aventuras del año. Con ese dato más saber que está dirigida por el hijo del CEO de Disney y protagonizada por Penélope Cruz debería alcanzar para que no haya Matthew McConaughey y Steve Zahn que te obliguen a verla.
1- LA CAIDA (Der Untergang), de Oliver Hirschbiegel.
Detallista hasta la médula, La caída es uno de esos plomos que anteponen su importancia temática a su calidad narrativa. Si bien no se trata de una película ofensiva y no es reprochable esa supuesta humanización de Hitler, La caída contiene más de una ambigüedad escalofriante (la simbología del pueblo alemán y la forma de encarar los distintos suicidios, por nombrar dos ejemplos). Se trata más bien de una película chata y que se siente estirada. El gimmick de la primera película histórica del mainstream alemán sobre los últimos días de Hitler es tan atractivo como la iconografía nazi. Pero quien busque cine interesante esta semana deberá refugiarse en el ciclo de Anne-Marie Miéville en la Lugones, ¡Locura! en el Malba, la retrospectiva de Rafael Filippelli en el Rojas o La rebelión de las formas en la Alianza Francesa.
2- RAUL SENDIC - TUPAMARO, de Alejandro Figueroa.
Documental que se apoya en la reconstrucción oral de lavida del revolucionario uruguayo líder del MLN - Tupamaros. Esta falta de imágenes de peso hace que pierda ritmo la vertiginosa vida de Sendic. De cualquier forma la sucesión de testimonios son escalofriantes y el fragmento del discurso de Sendic que se puede ver una vez que le reconstruyeron la cara y recuperó el habla es el punto más alto de la película. Raúl Sendic - Tupamaro tiene demasiados puntos de interés, pero lamentablemente casi ninguno de ellos se puede ver en pantalla.
3- DE-LOVELY, de Irwin Winkler.
¡Basta de biopics culposos! De-Lovely se ataja ya desde el principio, en una bochornosa escena en que la vida de Cole Porter se escenifica frente a sus narices. Con un énfasis demasiado grande en su esposa, con esa sensación de arrepentimiento culposo y sin profundizar nunca en la teoría del matrimonio por conveniencia ni en la sexualidad de su esposa, personaje principal del film, a pesar de hacer algunas vagas insinuaciones sobre ambos temas. De-Lovely está llena de cameos de músicos famosos que interpretan las canciones de Porter, la mayoría "filmados con los pies" (nótense los malabares en cada encuadre para poner todo el tiempo a, por ejemplo, Robbie Williams en un punto fuerte de la pantalla). Esos momentos son los únicos en los que se puede encontrar algún tipo de goce, ya que la mayoría de las composiciones de Porter son indestructibles, sus letras divertidas y en varios momentos se utilizan para mostrar como Porter se mofaba de su esposa. Pero llegan las tragedias a la vida de Porter y la desaparición de los números musicales con sus canciones más intensas se siente como una castración audiovisual.
4- LA ESPERANZA, de Francisco D'Intino.
Bodrio de D'Intino, La esperanza es optimista más allá de lo tolerable. Otra historia de pueblerinos buenudos en el sur del país. Dumont está menos peor que siempre, pero esta vez lo exasperante es ese altruismo forzado de las actitudes de todos los personajes. Una historia sobre reconstruir la vida tras las pérdidas de seres queridos con todas las frases grasas y rimbombantes esperables en un film de esta calaña.
5- PAPA SE VOLVIO LOCO, de Rodolfo Ledo.
Ni tan papá ni tan loco. Apenas un pequeño brote sicótico de un marido. Locura y paternalismo son dos pequeños puntos de esta nueva explotación televisiva, ahora a cargo de Ledo. Francella es el peor ejemplo del turista típico argentino según Pinti. Parece que no podría ser peor, pero acá Francella copia mal chistes de otras películas cada vez que se encuentra con una mulatona que baila en casi todo plano en que aparece y lo pone como loco. Lucía Galán está siempre al menos dos puntitos arriba del grotesco, pero no llega al nivel de intolerabilidad de Daniel Aráoz, que tiene siempre un mal chiste a mano, está caliente con todas y sale con Ingrid Grudke, a la que obligan a estar de espaldas y en tanga casi toda la película. Papá se volvió loco es pésima hasta para el Francellómetro.
* SAHARA, de Breck Eisner.
JMDude dice que Sahara es la peor película de aventuras del año. Con ese dato más saber que está dirigida por el hijo del CEO de Disney y protagonizada por Penélope Cruz debería alcanzar para que no haya Matthew McConaughey y Steve Zahn que te obliguen a verla.
lunes, mayo 30, 2005
Woody Allen y Woody Allen
1- El punto de partida de Melinda y Melinda es, por lo menos, interesante. Dos historias paralelas y medianamente simétricas - burguesía neoyorquina "progresista", celos, infidelidades, frustraciones y más - con un mismo personaje femenino central, que aparece de la nada y desestructura todo. El personaje en cuestión, Melinda, es interpretada por la misma actriz (Radha Mitchell) y es, en ambas historias, igualmente desgraciada, insegura, y suicida o pseudo suicida. Lo más importante: una de las historias está narrada en clave comedia y la otra en clave tragedia. No está mal.
2- Will Ferrell, Will Ferrell. A ver…¿Cómo decirlo? Así como John Cusack se metía literalmente adentro de John Malkovich en Quieres ser John Malkovich y lo manejaba desde ahí de a quince minutos por vez, Woody Allen debe haber encontrado un portal que conduce al cuerpo de Will Ferrell y ahora maneja al actor a discreción, desde adentro. Si no, no hay nada que explique la tautología: el balbuceo constante, la incomodad ante todo y todos, el animo quejoso, la famosísima ametralladora de chistes que dispara uno bueno cada cuatro malos. Medio me dio miedo.
3- Y más Quieres ser John Malkovich. John Malkovih se mete en el portal que conduce a sí mismo y ve varias versiones trastocadas de sí: niños, mujeres, viejos, todos con su cara y todos repitiendo "Malkovich" una y otra vez, con diferentes voces, ritmos y matices. Malkovich, Malkovich, Malkovich. En Melinda y Melinda, todos los personajes son una versión trastocada de Woody Allen, y atraviesan el film repitiendo lo que dijo el viejo (o, más bien, los personajes que interpretó) en tantas otras películas: que la vida puede ser mala o peor, que en el fondo no sabemos nada, que la gente tiende a lastimarse y mucho, y otras tantas que no vale la pena repetir.
Ahí está: tres cosas simpáticas, neutras o no-malas del último (aunque probablemente no el último último) film de Woody Allen.
Ezequiel Schmoller
sábado, mayo 28, 2005
See Paris Die
1- LA CASA DE CERA (House of Wax), de Jaume Collet-Serra.
La casa de cera es la sorpresita del año. Gran película de terror con producción de Dark Castle, una productora ejemplar en encontrarle la vuelta al género, más allá de resultados finales. El publicitario catalán Collet-Serra se toma su tiempo al narrar y logra acrecentar la tensión con el correr de los minutos. Más que una película que provoca pánico se trata de una que produce un nerviosismo constante en el espectador y que aprovecha la explicitud para shockearlo. Encima cuenta con un sentido del humor bastante negro y varios guiños a quienes conozcan 1 night in Paris, el video casero que terminó de popularizar a Paris Hilton. Realmente vale la pena ver a Paris morir.
2- MELINDA Y MELINDA, de Woody Allen.
Hace años que la carrera de Allen es un papelón. Melinda y Melinda lo encuentra a años luz de los momentos de inspiración que tuvo el neoyorquino, pero al menos se distancia bastante de sus usuales bodrios. Acá mezcla en dos historias, ambas protagonizadas por las Melinda del título, cada uno de los estereotipos del drama y la comedia. Todo convenientemente justificado por el aroma a charla de café que sobrevuela la película. Will Ferrell está curiosamente insoportable al intentar copiar cada tic de Allen.
* MUY PARECIDO AL AMOR (A Lot Like Love), de Nigel Cole.
Mango está muy entusiasmado y recomienda Muy parecido al amor, segundo estreno del jueves con Amanda Peet. JMDude tiene algo más de mesura con respecto a la película pero está lejos de castigarla. Una comedia romántica con encuentros y desencuentros a través de los años siempre suena bien, pero en esta trabaja Ashton Kutcher.
* CAMA ADENTRO, de Jorge Gaggero.
Cama adentro es la esperada ópera prima del director del corto Ojos de fuego, que formó parte de Historias breves. La película fue seleccionada como apertura del VII bafici a pesar de contar con Norma Aleandro en el elenco, razón suficiente para desconfiar y alejarse de ella lo más posible.
con delay...
STAR WARS: EPISODIO III. LA VENGANZA DE LOS SITH, de George Lucas.
La venganza de los Sith no es ni tan "tan", ni muy "muy". Después de los quince minutos iniciales, tranquilamente uno de los mejores momentos de la saga, la acción comienza a diluirse. Cada irrupción de esa mentira llamada Natalie Portman se vuelve intolerable, lo que funcionaba por ribetes melodramáticos en Episodio II acá se vuelve completamente forzado para resolver lo que todos ya sabían que había que resolver. Otras apariciones vergonzosas son las de Palpatine y Chewbacca. Es cierto que podía ser bastante peor y el final, sólo hasta la concreción de lo que todo el mundo esperaba, es brillante. Después se arruina. "Tanto quilombo por una mina, flaco".
La casa de cera es la sorpresita del año. Gran película de terror con producción de Dark Castle, una productora ejemplar en encontrarle la vuelta al género, más allá de resultados finales. El publicitario catalán Collet-Serra se toma su tiempo al narrar y logra acrecentar la tensión con el correr de los minutos. Más que una película que provoca pánico se trata de una que produce un nerviosismo constante en el espectador y que aprovecha la explicitud para shockearlo. Encima cuenta con un sentido del humor bastante negro y varios guiños a quienes conozcan 1 night in Paris, el video casero que terminó de popularizar a Paris Hilton. Realmente vale la pena ver a Paris morir.
2- MELINDA Y MELINDA, de Woody Allen.
Hace años que la carrera de Allen es un papelón. Melinda y Melinda lo encuentra a años luz de los momentos de inspiración que tuvo el neoyorquino, pero al menos se distancia bastante de sus usuales bodrios. Acá mezcla en dos historias, ambas protagonizadas por las Melinda del título, cada uno de los estereotipos del drama y la comedia. Todo convenientemente justificado por el aroma a charla de café que sobrevuela la película. Will Ferrell está curiosamente insoportable al intentar copiar cada tic de Allen.
* MUY PARECIDO AL AMOR (A Lot Like Love), de Nigel Cole.
Mango está muy entusiasmado y recomienda Muy parecido al amor, segundo estreno del jueves con Amanda Peet. JMDude tiene algo más de mesura con respecto a la película pero está lejos de castigarla. Una comedia romántica con encuentros y desencuentros a través de los años siempre suena bien, pero en esta trabaja Ashton Kutcher.
* CAMA ADENTRO, de Jorge Gaggero.
Cama adentro es la esperada ópera prima del director del corto Ojos de fuego, que formó parte de Historias breves. La película fue seleccionada como apertura del VII bafici a pesar de contar con Norma Aleandro en el elenco, razón suficiente para desconfiar y alejarse de ella lo más posible.
con delay...
STAR WARS: EPISODIO III. LA VENGANZA DE LOS SITH, de George Lucas.
La venganza de los Sith no es ni tan "tan", ni muy "muy". Después de los quince minutos iniciales, tranquilamente uno de los mejores momentos de la saga, la acción comienza a diluirse. Cada irrupción de esa mentira llamada Natalie Portman se vuelve intolerable, lo que funcionaba por ribetes melodramáticos en Episodio II acá se vuelve completamente forzado para resolver lo que todos ya sabían que había que resolver. Otras apariciones vergonzosas son las de Palpatine y Chewbacca. Es cierto que podía ser bastante peor y el final, sólo hasta la concreción de lo que todo el mundo esperaba, es brillante. Después se arruina. "Tanto quilombo por una mina, flaco".
miércoles, mayo 18, 2005
Noche alucinante
1 RONDA NOCTURNA, de Edgardo Cozarinsky.
Una suerte de Waking Life del subdesarrollo, sin la animación ni el atractivo visual de la obra maestra de Linklater. La nueva película de Cozarinsky está construida por una sucesión de viñetas en las que lo artificioso en los diálogos produce una sensación de extrañamiento. El amor y la muerte son los dos grandes temas de una película onírica. A no ser perejil y tomarse todo como un reflejo de la situación blah-blah-blah, que después te excusan a la película dentro de su mundo fantástico y no podés decir nada.
2- QUERIDO FRANKIE (Dear Frankie), de Shona Auerbach.
Inesperado no bodrio a partir de evitar recurrir al golpe bajo constante. Es cierto que no hay mucho más en este debut de Shona Auerbach. Pero no es poco al tratarse de una película con una madre soltera, un sordito, un padre ausente y abusón y uno al que llaman El Extraño, que la juega de padre del nene y quiere presentarle a su bambi (® 2005 $harly) a la madre soltera. Para llevar a la nona al cine.
*- STAR WARS: EPISODIO III. LA VENGANZA DE LOS SITH, de George Lucas.
JMDude y Juan P. la aman pasionalmente y la defienden a muerte, pero ya escuché varias voces disidentes que hablan de "película formulario" e incluso llegaron a pedir la cabeza de Lucas. Juan P. le pone algún mínimo reparo a la primera mitad y destaca la actuación del otrora nabo Anakin. Los dos resaltan que Lucas está en plena forma, a pesar de no ser un gran director. Que la fuerza esté con los dos cinequanones y no sea ésta una decepción.
con delay...
CLEAN, de Olivier Assayas.
Otro acierto del francés. Es difícil encontrar encuadres más agradables a los ojos que los de Assayas. En Clean, el director sigue a Cheung a todas partes en una lucha contra los prejuicios frente a las drogas y el machismo en el rock. La escena clave está cerca del final, cuando Cheung da una explicación infantil sobre el uso de las drogas. Clean es una película didáctica sobre el proceso de rehabilitación. Por eso no molestan jamás algunas escenas aisladas que se utilizan para justificar reacciones posteriores. Sobre todo cuando son funcionales a la mirada despojada de sensiblería de Assayas. Además, la Emily Wang compuesta por Maggie Cheung con aires Courtney Lovescos es la fotogenia hecha personaje. James Johnston la descose y, para felicidad de la platea, tampoco faltan otras apariciones rockeras.
Una suerte de Waking Life del subdesarrollo, sin la animación ni el atractivo visual de la obra maestra de Linklater. La nueva película de Cozarinsky está construida por una sucesión de viñetas en las que lo artificioso en los diálogos produce una sensación de extrañamiento. El amor y la muerte son los dos grandes temas de una película onírica. A no ser perejil y tomarse todo como un reflejo de la situación blah-blah-blah, que después te excusan a la película dentro de su mundo fantástico y no podés decir nada.
2- QUERIDO FRANKIE (Dear Frankie), de Shona Auerbach.
Inesperado no bodrio a partir de evitar recurrir al golpe bajo constante. Es cierto que no hay mucho más en este debut de Shona Auerbach. Pero no es poco al tratarse de una película con una madre soltera, un sordito, un padre ausente y abusón y uno al que llaman El Extraño, que la juega de padre del nene y quiere presentarle a su bambi (® 2005 $harly) a la madre soltera. Para llevar a la nona al cine.
*- STAR WARS: EPISODIO III. LA VENGANZA DE LOS SITH, de George Lucas.
JMDude y Juan P. la aman pasionalmente y la defienden a muerte, pero ya escuché varias voces disidentes que hablan de "película formulario" e incluso llegaron a pedir la cabeza de Lucas. Juan P. le pone algún mínimo reparo a la primera mitad y destaca la actuación del otrora nabo Anakin. Los dos resaltan que Lucas está en plena forma, a pesar de no ser un gran director. Que la fuerza esté con los dos cinequanones y no sea ésta una decepción.
con delay...
CLEAN, de Olivier Assayas.
Otro acierto del francés. Es difícil encontrar encuadres más agradables a los ojos que los de Assayas. En Clean, el director sigue a Cheung a todas partes en una lucha contra los prejuicios frente a las drogas y el machismo en el rock. La escena clave está cerca del final, cuando Cheung da una explicación infantil sobre el uso de las drogas. Clean es una película didáctica sobre el proceso de rehabilitación. Por eso no molestan jamás algunas escenas aisladas que se utilizan para justificar reacciones posteriores. Sobre todo cuando son funcionales a la mirada despojada de sensiblería de Assayas. Además, la Emily Wang compuesta por Maggie Cheung con aires Courtney Lovescos es la fotogenia hecha personaje. James Johnston la descose y, para felicidad de la platea, tampoco faltan otras apariciones rockeras.
jueves, mayo 12, 2005
Burt Reynols Ensamble
1- BUSCANDO A REYNOLS, de Néstor Frenkel.
Buscando a Reynols es una película importante. Su mayor virtud es el acercamiento de Frenkel a la banda, sobre todo al tratarse de un documental que todo el tiempo cuestiona la forma de encarar el arte en general. Esto lo hace a partir de los Reynols, pero la película está lejos de celebrar a la banda. Frenkel los toma como ejemplo paradigmático de la experiencia artística. Si bien eso es lo más interesante del documental desde lo formal, por los contenidos del film se percibe que Reynols tal vez sea LA BANDA para este tipo de documentales. Ningún otro grupo ha generado la cantidad de mitos y/o verdades que se dicen sobre ellos. Además, como era de esperarse, Tomasín se roba la película. Lejos de cualquier tipo de análisis, lo que hace de Buscando a Reynols obligatoria es la cantidad de momentos mágicos que refleja. Tiene demasiadas secuencias en las que el espectador queda pasmado:
- ante la duda de la existencia de la banda, Jazzy Mel dice "los Reynols existen, los que no existimos somos todos nosotros"
Lía Salgado le pregunta a Tomasín qué quiere pedir. El responde "trabajo". Ella busca ser políticamente correcto e interpreta "trabajo para todos los argentinos". Tomasín replica "no, para mí solo".
- La banda va a tocar y a presentar un disco al programa de Mario Socolinsky. Cuando el pediatra-conductor les pide que hablen de su disco, la banda muestra el primer disco de Velvet Underground.
- Tomasín, desde la batería, comienza a despotricar contra su público en medio de un show.
Hay mucho más para decir, pero esto debería ser suficiente para que quien lea se decida a acercarse al Cosmos, Tita Merello o Malba. Acá hay más razones y alguna que otra más debería andar por acá. Un último acierto a resaltar: el clasicismo narrativo del documental. Frenkel no busca ser él quien experimenta, sino que eso se lo deja a la banda. Así evita redundancias típicas del cine, como cada vez que se sacude la cámara para encuadrar a alguien nervioso o se sigue a un borracho con la cámara zigzagueante.
2- LA CASA DE LAS DAGAS VOLADORAS (House of flying daggers), de Zhang Yimou.
A Zhang Yimou no le interesa trasladar la magia de un momento a imágenes. El busca crear un poema con cada encuadre. Si bien esta grasada visual era molesta en Héroe, ahora en La casa de las dagas voladoras fluye con mayor naturalidad al encontrar una razón de ser en la exacerbación melodramática. Toda pasión debe ser desmesurada dentro de este género y por eso no queda mal tanta campiña y pradera. Esto la acerca un tanto a Episodio II, otra película con sables cargadísima con el (justificadamente) más mersa de los melodramas. Hay que decir que las coreografías de este wuxia pian (películas de espadachines chinos) son muy superiores a las de cualquier Episodio, pero también hay una innecesaria repetición constante del "efectito bala de Matrix" para resolver varias secuencias. Otro punto importante a destacar es que La casa de las dagas voladoras comparte el juego de máscaras de Héroe, pero esta vez por suerte no coquetea ideológicamente con el imperialismo.
3- LA MARCA DE LA BESTIA (Cursed), de Wes Craven.
Si se habla de regímenes totalitarios dentro del cine, es difícil esquivar la mención de Disney y las empresas que aglutina. Wes Craven y Kevin Williamson fueron quienes sufrieron esta vez los famosos tijeretazos en este aggiornamiento de la historia del Hombre Lobo. La marca de la bestia no es un desastre, pero eso no se lo debe a Craven-Williamson sino a Jessie Eisenberg y Christina Ricci. El chico de Cosas de hombres vuelve a estar inmejorable y junto a Ricci le dan algo de espíritu a una película que era sólo un compendio de sustos y chistes. Eso sí, todo con bastante buen timing.
4- LA VIDA ES UN MILAGRO (Zivot Je Cudo), de Emir Kusturica.
Se dice que Kusturica sigue siendo Kusturica, pero la sensación que da La vida es un milagro es que directamente se lo comió el personaje. No parece que sigue haciendo lo mismo, sino que da la sensación que tiene que hacerlo por obligación. Más animales (a los únicos del rubro actoral a los que les sienta bien la sobreactuación), gitanos que gritan constantemente, algún chiste muy bueno, demasiado grotesco, problemas amorosos, más chistes con merca, situaciones disparatadas, alegorías sobre la guerra... Y otra vez más de dos horas y media. Emir Kusturica logró que no se puede decir que lo suyo sea un estilo sino ya un estereotipo. Kusturica es un cineasta cada vez más superficial.
* CLEAN, de Olivier Assayas.
Cineasta discutido, al menos en este blog, es Oliver Assayas. Guido Segal dice que Clean está buena para estar hecha por un director que no tiene personalidad. Assayas es más ecléctico que impersonal, pero seguramente Guido tenga razón al decir que Clean es moralmente interesante y al definir a Clean como "un monólogo de Maggie Cheung, un enorme acto de amor" de parte de Assayas (él lo agredía en lugar de mencionarlo).
* ADIOS QUERIDA LUNA, de Fernando Spiner.
Guido también vio Adiós querida Luna y dice que es interesante, pero todos esos puntos de interés pueden encontrarse fuera de la pantalla y no dentro de ella. Por lo que le leí, da la sensación que Guido piensa que es muy mala pero un tanto simpática, así que no quiere defenestrarla. Habrá que verla para comprobarlo y por ser una película en la que hay una base espacial en Temperley.
miércoles, abril 27, 2005
Top 5: bafici 2005
Juan Manuel Dominguez:
1- Dig! (Ondi Timoner)
2- A Dirty Shame (John Waters)
3- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
4- The Tune (Bill Plympton)
5- 1991: The Year Punk Broke (Dave Markey)
Juan P. Martínez:
1- Grey Gardens (Hnos. Maysles. & Charlotte Mitchell Zwerin)
2- Medium Cool (Haskell Wexler)
3- A Dirty Shame (John Waters)
4- Flight to Fury (Monte Hellman)
5- Five (Abbas Kiarostami)
Bonus Track: Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
La peor: The Girl From Monday (Hal Hartley)
Agustina Larrea:
1- Dig! (Ondi Timoner)
2- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
3- McDull, prince de la Bun (Toe Yuen)
4- Vibrator (Ryuichi Hiroki) - Control (Antal Nimród)
5- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
La peor: Half Price (Isild Le Besco)
María Marta Sosa:
1- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
2- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
3- A Dirty Shame (John Waters)
4- Vibrator (Ryuichi Hiroki)
5- Toro negro (Pedro González Rubio)
La peor: 9 Songs (Michael Winterbottom)
Agustín Mango:
1- A Dirty Shame (John Waters)
2- The Wayward Cloud (Tsai Ming Liang)
3- La pastura de Bakay (Tolomusch Okeev)
4- Half Price (Demi Tarif)
5- Paradise Now (Hany Abu Assad)
Bonus Tracks: Pajaritos (Raúl Perrone), Habitación disponible (Poncet/Gachassin/Burd), Dinero hecho en casa (Alejo Hoijman), El cielo gira (Mercedes Álvarez), y Orator (Yusup Razykov), sólo por la cita uzbeka a El Padrino III.
La peor: Do U cry 4 me Argentina? (Bae Youn Suk)
Sebastián Nuñez:
1- The Waywad Cloud (Tsai Ming-lian)
2- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
3- DiG! (Ondi Timoner)
4-1991: The Year Punk Broke (Dave Markey)
5- Nobody Knows (Kore-eda Hirokazu)
La peor: Palindromes (Todd Solondz)
Leandro Rosenzveig:
1- Medium Cool (Haskell Wexler)
2- Vibrator (Ryuichi Hiroki)
3- The world (Jia Zhang-ke)
4- McDull, prince de la bun (Toe Yuen)
5- Brasileirnho (Mika Kaurismaki)
María Inés Casares:
1- DiG! (Ondi Timoner)
2- The World (Jia Zhang-ke)
3- Vibrator (Ryuichi Hiroki)
4- Mondovino (Jonathan Nossiter)
5- Not on the Lips (Alain Resnais)
Bonus: Do U Cry 4 Me Argentina? (Bae Youn Suk)
La peor: Medium Cool (Haskell Wexler)
Mercedes Halfon:
Golden Eighties (La Galerie) (Chantal Akerman)
The World (Jia Zhang-ke)
Five (Abbas Kiarostami)
Notre Musique (Jean-Luc Godard)
Two-Lane Blacktop (Monte Hellman)
La peor: The Girl From Monday (Hal Hartley)
Fernanda Alarcón:
1- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
2- Five (Abbas Kiarostami)
3- Tthe World (Jia Zhang-ke)
4- A Dirty Shame (John Waters)
5- Temporada de patos (Fernando Eimbcke)
La peor: The Girl From Monday (Hal Hartley)
Ezequiel Schmoller:
1- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
2- Los tres cortos de Ryan Larkin
3- The big red one (Samuel Fuller)
4- A dirty shame (John Waters)
5- Intolerancia (David W. Griffith)
Leticia Roncoli:
1- Helicopter String Quartet (Frank Scheffer)
2- Christo in Paris (Albert Maysles, David Maysles, Deborah Dickson, Susan Froemke)
3- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
4- A Dirty Shame (John Waters)
5- Camisea (Enrique Bellande)
La peor: Tears of Kali (Andreas Marschall)
Naza Chong:
1- DiG! (Ondi Timoner)
2- McDull, prince de la bun (Toe Yuen)
3- Tropical Malady (Apichatpong Weerasethakul aka Joe)
4- A Dirty Shame (John Waters)
5- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
Otros buenos que por suerte no me perdí: Godard, Acuña, Scheffer, Bellande, De Oliveira Cèzar, Markey, Schwerfel, To, Carruthers, Argento, Achbar y Abott...
La peor: Tears of Kali (Andreas Marschall)
1- Dig! (Ondi Timoner)
2- A Dirty Shame (John Waters)
3- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
4- The Tune (Bill Plympton)
5- 1991: The Year Punk Broke (Dave Markey)
Juan P. Martínez:
1- Grey Gardens (Hnos. Maysles. & Charlotte Mitchell Zwerin)
2- Medium Cool (Haskell Wexler)
3- A Dirty Shame (John Waters)
4- Flight to Fury (Monte Hellman)
5- Five (Abbas Kiarostami)
Bonus Track: Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
La peor: The Girl From Monday (Hal Hartley)
Agustina Larrea:
1- Dig! (Ondi Timoner)
2- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
3- McDull, prince de la Bun (Toe Yuen)
4- Vibrator (Ryuichi Hiroki) - Control (Antal Nimród)
5- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
La peor: Half Price (Isild Le Besco)
María Marta Sosa:
1- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
2- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
3- A Dirty Shame (John Waters)
4- Vibrator (Ryuichi Hiroki)
5- Toro negro (Pedro González Rubio)
La peor: 9 Songs (Michael Winterbottom)
Agustín Mango:
1- A Dirty Shame (John Waters)
2- The Wayward Cloud (Tsai Ming Liang)
3- La pastura de Bakay (Tolomusch Okeev)
4- Half Price (Demi Tarif)
5- Paradise Now (Hany Abu Assad)
Bonus Tracks: Pajaritos (Raúl Perrone), Habitación disponible (Poncet/Gachassin/Burd), Dinero hecho en casa (Alejo Hoijman), El cielo gira (Mercedes Álvarez), y Orator (Yusup Razykov), sólo por la cita uzbeka a El Padrino III.
La peor: Do U cry 4 me Argentina? (Bae Youn Suk)
Sebastián Nuñez:
1- The Waywad Cloud (Tsai Ming-lian)
2- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
3- DiG! (Ondi Timoner)
4-1991: The Year Punk Broke (Dave Markey)
5- Nobody Knows (Kore-eda Hirokazu)
La peor: Palindromes (Todd Solondz)
Leandro Rosenzveig:
1- Medium Cool (Haskell Wexler)
2- Vibrator (Ryuichi Hiroki)
3- The world (Jia Zhang-ke)
4- McDull, prince de la bun (Toe Yuen)
5- Brasileirnho (Mika Kaurismaki)
María Inés Casares:
1- DiG! (Ondi Timoner)
2- The World (Jia Zhang-ke)
3- Vibrator (Ryuichi Hiroki)
4- Mondovino (Jonathan Nossiter)
5- Not on the Lips (Alain Resnais)
Bonus: Do U Cry 4 Me Argentina? (Bae Youn Suk)
La peor: Medium Cool (Haskell Wexler)
Mercedes Halfon:
Golden Eighties (La Galerie) (Chantal Akerman)
The World (Jia Zhang-ke)
Five (Abbas Kiarostami)
Notre Musique (Jean-Luc Godard)
Two-Lane Blacktop (Monte Hellman)
La peor: The Girl From Monday (Hal Hartley)
Fernanda Alarcón:
1- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
2- Five (Abbas Kiarostami)
3- Tthe World (Jia Zhang-ke)
4- A Dirty Shame (John Waters)
5- Temporada de patos (Fernando Eimbcke)
La peor: The Girl From Monday (Hal Hartley)
Ezequiel Schmoller:
1- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
2- Los tres cortos de Ryan Larkin
3- The big red one (Samuel Fuller)
4- A dirty shame (John Waters)
5- Intolerancia (David W. Griffith)
Leticia Roncoli:
1- Helicopter String Quartet (Frank Scheffer)
2- Christo in Paris (Albert Maysles, David Maysles, Deborah Dickson, Susan Froemke)
3- Como un avión estrellado (Ezequiel Acuña)
4- A Dirty Shame (John Waters)
5- Camisea (Enrique Bellande)
La peor: Tears of Kali (Andreas Marschall)
Naza Chong:
1- DiG! (Ondi Timoner)
2- McDull, prince de la bun (Toe Yuen)
3- Tropical Malady (Apichatpong Weerasethakul aka Joe)
4- A Dirty Shame (John Waters)
5- The Wayward Cloud (Tsai Ming-liang)
Otros buenos que por suerte no me perdí: Godard, Acuña, Scheffer, Bellande, De Oliveira Cèzar, Markey, Schwerfel, To, Carruthers, Argento, Achbar y Abott...
La peor: Tears of Kali (Andreas Marschall)
jueves, marzo 10, 2005
Eterna sonrisa de Piriápolis
Whisky (Uruguay, 2004) Dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll. Con Andrés Pazos, Mirella Pascual y Jorge Bolani.
ESTRENOS
Puntaje: 8.
Lo peor que le podía pasar a una película tan redondita como Whisky es que termine como una de las tres patas de ese slogan pasajero llamado mini-boom uruguayo o algo así. De un lado, porque la asunción de Tabaréle gana por varios cuerpos en relevancia. Del otro, porque quedar asociada al gestito de idea de Drexler en los Oscar es bastante menos de lo que se merece (aunque hay que reconocerlo: Drexler estuvo muy bien). De todas formas, la nueva película de los autores de 25 Watts ha demostrado que vuela por sí sola, y allí están la infinidad de premios -desde Cannes a Tokio- que dan cuenta de ello.
Comedia trágica, con referencia obligada al local Rejtman y al lejano Kaurismaki, a partir de Whisky uno podría decir que Piriápolis es a Montevideo lo que Mar del Plata es a Buenos Aires. Esos resabios de un glamour vacacional hoy descascarado y nostálgico, gastado y crónicamente invernal (que acá aprovecharon tan bien esas joyitas de ¿Sabés nadar? y Nadar solo), son el escenario para la porción más viva de la película, cuando el extremo cálculo deja de jugarle en contra. Porque antes de Piriápolis, Montevideo marca el comienzo, en la gris y rutinaria fábrica de medias que agota la vida de Jacobo Koller, donde también trabaja Marta, quien a pedido de Jacobo se hará pasar por su mujer cuando llegue Herman, el hermano que triunfó en Brasil. Y en la dinámica que se da entre los tres personajes triángulo de amor bizarro, según el amigo Juan Manuel Domínguez en la Llegás- es en donde las capas de la edad se vuelven traslúcidas.
Los directores encuentran una universalidad y una pureza narrativa que no es producto del ascetismo visual o la extrema confianza en la expresividad de los objetos (es genial el ejemplo de un tubo de oxígeno que resume el calvario de Jacobo cuidando a su madre enferma) El hallazgo es un delineamiento preciso de los personajes, tan preciso que desnuda sus conflictos pasados y presentes sin mencionarlos nunca. Un minimalismo emocional con una fuerza tan silenciosa como la de ese gesto sin origen, paralizante, que es el decir whisky ante una cámara de fotos, congelando la sonrisa.
Pero el mayor mérito de los directores no es -como se dijo por ahí- lograr hablar de los conflictos de una edad (los 60) que no es la suya, sino encontrar el punto en donde no hay edad que valga, en donde el tiempo no transcurre nunca. Escuchando canciones de amor en un walkman en el colectivo, Marta es probablemente la misma soñadora ahora que a los 15. El resentimiento de Jacobo y la competencia con su hermano se sospecha igual a los 10 que a los 60. Y lo mismo con la arrogancia de Herman, por lejos el mejor personaje. Una forma más resumida de decirlo, aunque exagerada y cursi, es que Whisky se mueve y crece dentro de un lugar emocionalmente atemporal, y por eso eterno.
Agustín Mango
ESTRENOS
Puntaje: 8.
Lo peor que le podía pasar a una película tan redondita como Whisky es que termine como una de las tres patas de ese slogan pasajero llamado mini-boom uruguayo o algo así. De un lado, porque la asunción de Tabaréle gana por varios cuerpos en relevancia. Del otro, porque quedar asociada al gestito de idea de Drexler en los Oscar es bastante menos de lo que se merece (aunque hay que reconocerlo: Drexler estuvo muy bien). De todas formas, la nueva película de los autores de 25 Watts ha demostrado que vuela por sí sola, y allí están la infinidad de premios -desde Cannes a Tokio- que dan cuenta de ello.
Comedia trágica, con referencia obligada al local Rejtman y al lejano Kaurismaki, a partir de Whisky uno podría decir que Piriápolis es a Montevideo lo que Mar del Plata es a Buenos Aires. Esos resabios de un glamour vacacional hoy descascarado y nostálgico, gastado y crónicamente invernal (que acá aprovecharon tan bien esas joyitas de ¿Sabés nadar? y Nadar solo), son el escenario para la porción más viva de la película, cuando el extremo cálculo deja de jugarle en contra. Porque antes de Piriápolis, Montevideo marca el comienzo, en la gris y rutinaria fábrica de medias que agota la vida de Jacobo Koller, donde también trabaja Marta, quien a pedido de Jacobo se hará pasar por su mujer cuando llegue Herman, el hermano que triunfó en Brasil. Y en la dinámica que se da entre los tres personajes triángulo de amor bizarro, según el amigo Juan Manuel Domínguez en la Llegás- es en donde las capas de la edad se vuelven traslúcidas.
Los directores encuentran una universalidad y una pureza narrativa que no es producto del ascetismo visual o la extrema confianza en la expresividad de los objetos (es genial el ejemplo de un tubo de oxígeno que resume el calvario de Jacobo cuidando a su madre enferma) El hallazgo es un delineamiento preciso de los personajes, tan preciso que desnuda sus conflictos pasados y presentes sin mencionarlos nunca. Un minimalismo emocional con una fuerza tan silenciosa como la de ese gesto sin origen, paralizante, que es el decir whisky ante una cámara de fotos, congelando la sonrisa.
Pero el mayor mérito de los directores no es -como se dijo por ahí- lograr hablar de los conflictos de una edad (los 60) que no es la suya, sino encontrar el punto en donde no hay edad que valga, en donde el tiempo no transcurre nunca. Escuchando canciones de amor en un walkman en el colectivo, Marta es probablemente la misma soñadora ahora que a los 15. El resentimiento de Jacobo y la competencia con su hermano se sospecha igual a los 10 que a los 60. Y lo mismo con la arrogancia de Herman, por lejos el mejor personaje. Una forma más resumida de decirlo, aunque exagerada y cursi, es que Whisky se mueve y crece dentro de un lugar emocionalmente atemporal, y por eso eterno.
Agustín Mango
miércoles, marzo 02, 2005
Perla negra
capricho sobre los premios Oscar
La noche más fulgurante de la industria del cine dejó algunas perlas negras. La transmisión en vivo de la alfombra roja de E!, por primera vez sin las malísimas Rivers, no tuvo el ritmo frenético que le imponían Joan y Melissa. En la alfombra estaba Star Jones, con poca chispa para hacer las entrevistas a las estrellas, y había un móvil en una torre con la nueva encargada del Fashion Police, quien cada vez que recibía la transmisión hacía como si mantuviese una comunicación por celular con alguna de las celebridades; la segunda vez que la host hizo el mismo chiste resultó tedioso como todo el segmento. Cero timing para la pareja de E! y también para la de TNT/CNN: Ana María Montero y Axel Kuschevatsky.
Montero y Kuschevastsky tuvieron dificultades para conseguir a las celebridades más requeridas. Cuando tenían la oportunidad los mandaban al corte. A la vuelta, Montero comentaba a los televidentes: "Axel habló con Antonio Banderas quien dijo que con Jorge Drexler había nacido un gran amistad". Mientras ellos miraban a cámara y Axel, bautizado por su compañera como "el calendario del cine", comentaba fechas, datos de la votación. Las estrellas pasaban detrás y ellos no se percataban ni se daban vuelta para entrevistarlas o para charlar, porque no se puede llamar entrevista a preguntas como la que Axel le hizo a Natalie Portman: "Yo soy de Argentina, tengo entendido que tu director de escuela era argentino ¿?".
El Kodak Theatre aplaudió de pie a su anfitrión Chris Rock y comenzó la ceremonia con un monólogo del actor. El momento más plomizo fue el insufrible número musical de Beyoncé y Josh Groban, quienes interpretaron Believe, canción de El expreso polar. Pero lo peor fue cuando llegó el turnode Look To Your Path, horrible canción del film Los Coristas, que interpretó Beyoncé junto a un coro de niños. Fue memorable cuando Drexler recibió su estatuilla por su canción Al otro lado del río. El músico tomó revancha debido a que no se la dejaron cantar durante la ceremonia y entonó las primeras estrofas a modo de agradecimiento. Hoy Crónica TV levantó la secuencia y tituló "Drexler fue discriminado: no lo dejaron cantar".
María Marta Sosa
La noche más fulgurante de la industria del cine dejó algunas perlas negras. La transmisión en vivo de la alfombra roja de E!, por primera vez sin las malísimas Rivers, no tuvo el ritmo frenético que le imponían Joan y Melissa. En la alfombra estaba Star Jones, con poca chispa para hacer las entrevistas a las estrellas, y había un móvil en una torre con la nueva encargada del Fashion Police, quien cada vez que recibía la transmisión hacía como si mantuviese una comunicación por celular con alguna de las celebridades; la segunda vez que la host hizo el mismo chiste resultó tedioso como todo el segmento. Cero timing para la pareja de E! y también para la de TNT/CNN: Ana María Montero y Axel Kuschevatsky.
Montero y Kuschevastsky tuvieron dificultades para conseguir a las celebridades más requeridas. Cuando tenían la oportunidad los mandaban al corte. A la vuelta, Montero comentaba a los televidentes: "Axel habló con Antonio Banderas quien dijo que con Jorge Drexler había nacido un gran amistad". Mientras ellos miraban a cámara y Axel, bautizado por su compañera como "el calendario del cine", comentaba fechas, datos de la votación. Las estrellas pasaban detrás y ellos no se percataban ni se daban vuelta para entrevistarlas o para charlar, porque no se puede llamar entrevista a preguntas como la que Axel le hizo a Natalie Portman: "Yo soy de Argentina, tengo entendido que tu director de escuela era argentino ¿?".
El Kodak Theatre aplaudió de pie a su anfitrión Chris Rock y comenzó la ceremonia con un monólogo del actor. El momento más plomizo fue el insufrible número musical de Beyoncé y Josh Groban, quienes interpretaron Believe, canción de El expreso polar. Pero lo peor fue cuando llegó el turnode Look To Your Path, horrible canción del film Los Coristas, que interpretó Beyoncé junto a un coro de niños. Fue memorable cuando Drexler recibió su estatuilla por su canción Al otro lado del río. El músico tomó revancha debido a que no se la dejaron cantar durante la ceremonia y entonó las primeras estrofas a modo de agradecimiento. Hoy Crónica TV levantó la secuencia y tituló "Drexler fue discriminado: no lo dejaron cantar".
María Marta Sosa
domingo, febrero 20, 2005
El vaso medio vacío
Entre Copas (Sideways, EEUU, 2004). Dirigida por Alexander Payne. Con Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virginia Madsen y Sandra Oh.
ESTRENOS
Puntaje: 6
Hace ya tiempo que en el cine norteamericano la categoría de "independiente" pasó a denominar un estado de transición. Desde la aparición del canallesco festival de Sundance y de fachadas corporativas como Miramax o Fox Searchlight, los nuevos e ignotos cineastas con escasos recursos ven al indie como escala hacia la meca de Hollywood (ejemplo: Soderbergh). El salto, en palabras Einsesteinianas, no sólo es cuantitativo (más millones) sino también cualitativo: brusco cambio de enfoque, de público al que se apunta y, lo más sorprendente, ideológico (la mirada "marginal" o impostadamente crítica hacia la sociedad muta por una perspectiva "mainstream", más limitada por las condiciones del mercado de masas).
Lo cierto es que este status intermedio parece conflictuar a los enfants terribles del indie y los lleva hacia una tendencia a la contradicción notoriamente marcada. Confunden la definición de ser "independiente" (no depender económica ni ideológicamente de un estudio ni de un sistema) con la idea de ser polémicos, o intelectuales, o provocativos. En pocas palabras, asumen que dicen lo que el mainstream no dice, aan si más de la mitad de las veces son producto de ese mainstream al que proclaman denostar. Peor aún, creen que eso justifica ser desprolijos, descuidados e insoportablemente snobs.
Ya desde sus dos primeras películas, Alexander Payne resultó una grata sorpresa. Sin ser estridente, sin ser grotesco, ni panfletario, ni gratuito, se planteó realizar un estudio entomológico de la clase media norteamericana, sus míseras aspiraciones y sus fracasos cotidianos. No es el punto de partida lo original, ya que todo el indie intenta demostrar cómo falla el sueño americano, sino el modo de desarrollar la premisa. Si "Election" es su película más lograda es porque trabaja estas temáticas sin golpes bajos y sin subrallados gruesos, al mismo tiempo que no juzga ni toma distancia de sus personajes (acción típica del indie, como si la empatía fuera una debilidad hollywoodense). Payne domina un estilo tragicómico muy propio, basado en decir cosas dolorosas (de allí su apellido, tal vez) en tonos amenos o, peor aún, en hacer que sus personajes callen esas verdades que los matan por dentro, acumulando esa ira que mata al famoso "american dream".
"Sideways" (y elijo el título original porque justamente alude a hacer las cosas por el camino alternativo, a evitar el sendero marcado) es una película absolutamente coherente con el universo Payne y, sin embargo, acentúa una espiral decadente que ya se evidenciaba en "About Schmidt". Notamos aquí el pesimismo y el cuestionamiento al "american way of life" que a Payne tanto parecen interesarle, pero a su vez hay una serie de elementos que empañan el andar de la película. A saber: a) El abuso de elementos que apuntan a dar la idea de cine "inteligente": todas las referencias narrativas de la película son gratuitas, especialmente la mención de Robbe-Grillet, y algunas rompen con la lógica interna del personaje, como la mención de John Kennedy Toole por parte del machote de Thomas Haden Church; b) La omnipresencia de la música, previsiblemente jazz. No sólo muestra cierta vagancia al componer la banda sonora, sino que genera una distancia con las situaciones que aliviana el peso dramático que podrían tener. Le da a todo un tono simpático y tranquilizador que contrasta con lo que realmente está sucediendo; c) Los dos actores centrales no son exigidos al nivel de su potencial y son figuritas repetidas: Paul Giamatti se reitera como el siempre neurótico, siempre depresivo, siempre patético intelectual feo, con elementos calcados del Harvey Pekar de "Esplendor Americano". Thomas Haden Church repite diez años después al Ned de "Ned and Stacey", con simpatía pero sin novedad; d) La puesta en escena es tan clásica (no hay nada de malo en ello, quiero aclarar) que cuando Payne decide jugar con las ventanas como antes lo hizo Ang Lee en "Hulk", se produce un equivalente a un quiebre isotópico y la sensación no es de libertad creadora sino de torpeza, como si se hubiera injertado un elemento ajeno al relato.
Más allá de estos desaciertos, la película compensa con virtudes dignas. Presenta a dos personajes femeninos fuertes, que rompen la monotonía de la charla de vinos; no intenta en ningún momento ser un reflejo de toda la sociedad en miniatura (mal típico del indie); y, finalmente, presenta un par de momentos más que logrados, especialmente el instante en que Giamatti se echa vino encima, completamente fuera de sí, o la situación de sexo entre obesos. Payne incursiona nuevamente en el desnudo de alto peso (recordemos a Kathy Bates en "About Schmidt") y no sería mala idea que inspeccione aún más esa senda.
El combo se completa con una cita cinéfila a "Viñas de Ira", de John Ford, chiste fácil considerando que estamos viendo un film sobre gente catando vinos que se enoja asiduamente. Sin embargo, fiel a sí mismo, Payne no resalta este detalle, sino que lo presenta de fondo, sonoramente. En los aciertos o en los fallos, el realizador muestra un llamativo perfil bajo, marca distintiva de su cine. Bienvenida la novedad si Hollywood decide tomar en cuenta a un cineasta que decide alejarse de la pompa para centrarse en la circunstancia.
Guido Segal.
ESTRENOS
Puntaje: 6
Hace ya tiempo que en el cine norteamericano la categoría de "independiente" pasó a denominar un estado de transición. Desde la aparición del canallesco festival de Sundance y de fachadas corporativas como Miramax o Fox Searchlight, los nuevos e ignotos cineastas con escasos recursos ven al indie como escala hacia la meca de Hollywood (ejemplo: Soderbergh). El salto, en palabras Einsesteinianas, no sólo es cuantitativo (más millones) sino también cualitativo: brusco cambio de enfoque, de público al que se apunta y, lo más sorprendente, ideológico (la mirada "marginal" o impostadamente crítica hacia la sociedad muta por una perspectiva "mainstream", más limitada por las condiciones del mercado de masas).
Lo cierto es que este status intermedio parece conflictuar a los enfants terribles del indie y los lleva hacia una tendencia a la contradicción notoriamente marcada. Confunden la definición de ser "independiente" (no depender económica ni ideológicamente de un estudio ni de un sistema) con la idea de ser polémicos, o intelectuales, o provocativos. En pocas palabras, asumen que dicen lo que el mainstream no dice, aan si más de la mitad de las veces son producto de ese mainstream al que proclaman denostar. Peor aún, creen que eso justifica ser desprolijos, descuidados e insoportablemente snobs.
Ya desde sus dos primeras películas, Alexander Payne resultó una grata sorpresa. Sin ser estridente, sin ser grotesco, ni panfletario, ni gratuito, se planteó realizar un estudio entomológico de la clase media norteamericana, sus míseras aspiraciones y sus fracasos cotidianos. No es el punto de partida lo original, ya que todo el indie intenta demostrar cómo falla el sueño americano, sino el modo de desarrollar la premisa. Si "Election" es su película más lograda es porque trabaja estas temáticas sin golpes bajos y sin subrallados gruesos, al mismo tiempo que no juzga ni toma distancia de sus personajes (acción típica del indie, como si la empatía fuera una debilidad hollywoodense). Payne domina un estilo tragicómico muy propio, basado en decir cosas dolorosas (de allí su apellido, tal vez) en tonos amenos o, peor aún, en hacer que sus personajes callen esas verdades que los matan por dentro, acumulando esa ira que mata al famoso "american dream".
"Sideways" (y elijo el título original porque justamente alude a hacer las cosas por el camino alternativo, a evitar el sendero marcado) es una película absolutamente coherente con el universo Payne y, sin embargo, acentúa una espiral decadente que ya se evidenciaba en "About Schmidt". Notamos aquí el pesimismo y el cuestionamiento al "american way of life" que a Payne tanto parecen interesarle, pero a su vez hay una serie de elementos que empañan el andar de la película. A saber: a) El abuso de elementos que apuntan a dar la idea de cine "inteligente": todas las referencias narrativas de la película son gratuitas, especialmente la mención de Robbe-Grillet, y algunas rompen con la lógica interna del personaje, como la mención de John Kennedy Toole por parte del machote de Thomas Haden Church; b) La omnipresencia de la música, previsiblemente jazz. No sólo muestra cierta vagancia al componer la banda sonora, sino que genera una distancia con las situaciones que aliviana el peso dramático que podrían tener. Le da a todo un tono simpático y tranquilizador que contrasta con lo que realmente está sucediendo; c) Los dos actores centrales no son exigidos al nivel de su potencial y son figuritas repetidas: Paul Giamatti se reitera como el siempre neurótico, siempre depresivo, siempre patético intelectual feo, con elementos calcados del Harvey Pekar de "Esplendor Americano". Thomas Haden Church repite diez años después al Ned de "Ned and Stacey", con simpatía pero sin novedad; d) La puesta en escena es tan clásica (no hay nada de malo en ello, quiero aclarar) que cuando Payne decide jugar con las ventanas como antes lo hizo Ang Lee en "Hulk", se produce un equivalente a un quiebre isotópico y la sensación no es de libertad creadora sino de torpeza, como si se hubiera injertado un elemento ajeno al relato.
Más allá de estos desaciertos, la película compensa con virtudes dignas. Presenta a dos personajes femeninos fuertes, que rompen la monotonía de la charla de vinos; no intenta en ningún momento ser un reflejo de toda la sociedad en miniatura (mal típico del indie); y, finalmente, presenta un par de momentos más que logrados, especialmente el instante en que Giamatti se echa vino encima, completamente fuera de sí, o la situación de sexo entre obesos. Payne incursiona nuevamente en el desnudo de alto peso (recordemos a Kathy Bates en "About Schmidt") y no sería mala idea que inspeccione aún más esa senda.
El combo se completa con una cita cinéfila a "Viñas de Ira", de John Ford, chiste fácil considerando que estamos viendo un film sobre gente catando vinos que se enoja asiduamente. Sin embargo, fiel a sí mismo, Payne no resalta este detalle, sino que lo presenta de fondo, sonoramente. En los aciertos o en los fallos, el realizador muestra un llamativo perfil bajo, marca distintiva de su cine. Bienvenida la novedad si Hollywood decide tomar en cuenta a un cineasta que decide alejarse de la pompa para centrarse en la circunstancia.
Guido Segal.
sábado, febrero 12, 2005
Forever Young
Descubriendo el país de Nunca Jamás (Finding Neverland, EEUU, 2004). Dirigida por Marc Foster. Con Johnny Depp, Kate Winslet, Julie Christie, Radha Mitchell, Dustin Hoffman, Freddie Highmore y otros.
ESTRENO
Puntaje: 7
Que a nadie lo asuste que Finding Neverland tenga siete nominaciones para el Oscar. Pese al escaso prestigio del que goza este reconocimiento entre los amantes del cine (tan deslucido como el Nobel en el ámbito de la literatura, o el Grammy en el de la música), la película de Marc Foster escapa a los convencionalismos de las biografías filmadas con los que solemos ser penalizados. En este caso se trata de una semblanza del proceso creativo que llevó a James Matthew Barrie (Johnny Depp) a escribir su obra de teatro más famosa, Peter Pan (una fama tan grande que dejó al autor casi en la sombra del anonimato). El decurso de la película es harto sencillo de referir: Barrie, en busca de un nuevo tema, encuentra a una viuda con cuatro hijos que le deparan inspiración para escribir Peter Pan. El dramaturgo pronto abandona casa y esposa para dedicarse por entero a ayudar a la agobiada "musa" (Kate Winslet), como la llama amargamente Marie Barrie, y especialmente para relacionarse con los chicos. Aquí habrá alguno que ya prediga un romance entre Winslet y Depp, algún otro adivinará a Marie como un ogro, y a Sylvia Llewelyn Davis como encantadora y bella. El guión con tino elude estos obligados formalismos, y así, la mujer de Barrie es hermosa sin rival, y sólo puede intuir a su marido a través de su obra, muy a su pesar. Entre Sylvia y Barrie nunca se sugiere ningún tipo de atracción; la relación entre Depp y los chicos es mucho más realista que la que hubiera caracterizado un Robin Williams o un Steve Martin. El film abunda en detalles circunstanciales que enriquecen la narración. Así, una campanita colgada de un barrilete prefigura a Tinker Bell. Barrie advierte que uno de los niños quiere crecer rápidamente, creyendo que los adultos sufrían menos. Inversamente, Peter Pan es "the boy who would not grow up". Barrie y su esposa se van a dormir en habitaciones separadas: la puerta de Barrie deja entrever un mundo de fantasía. Y la de su esposa, uno prosaico. El mejor amigo del escritor le advierte que la gente habla con malicia sobre perversiones en su relación con los chicos: en los créditos nos enteramos de que el mejor amigo es nada menos que Arthur Conan Doyle. La fotografía pinta con trazos deliberadamente gruesos la frontera entre fantasía y realidad, mientras el guión va suavemente llevando objetos de la vida a la ficción, y devolviendo el material transformado de vuelta a la vida. El film es sólido casi todo el tiempo, y brillante en algunos momentos. Las actuaciones son excelentes: desde el perfecto acento escocés de Johnny Depp hasta el horriblemente adulto Freddie Highmore. Pese a determinadas licencias tomadas para acentuar el desarrollo de la trama (Sylvia no era viuda en la vida real, por ejemplo), la emoción llega natural y sin patetismos. No es poco en estos tiempos que corren.
Leandro Fanzone.
ESTRENO
Puntaje: 7
Que a nadie lo asuste que Finding Neverland tenga siete nominaciones para el Oscar. Pese al escaso prestigio del que goza este reconocimiento entre los amantes del cine (tan deslucido como el Nobel en el ámbito de la literatura, o el Grammy en el de la música), la película de Marc Foster escapa a los convencionalismos de las biografías filmadas con los que solemos ser penalizados. En este caso se trata de una semblanza del proceso creativo que llevó a James Matthew Barrie (Johnny Depp) a escribir su obra de teatro más famosa, Peter Pan (una fama tan grande que dejó al autor casi en la sombra del anonimato). El decurso de la película es harto sencillo de referir: Barrie, en busca de un nuevo tema, encuentra a una viuda con cuatro hijos que le deparan inspiración para escribir Peter Pan. El dramaturgo pronto abandona casa y esposa para dedicarse por entero a ayudar a la agobiada "musa" (Kate Winslet), como la llama amargamente Marie Barrie, y especialmente para relacionarse con los chicos. Aquí habrá alguno que ya prediga un romance entre Winslet y Depp, algún otro adivinará a Marie como un ogro, y a Sylvia Llewelyn Davis como encantadora y bella. El guión con tino elude estos obligados formalismos, y así, la mujer de Barrie es hermosa sin rival, y sólo puede intuir a su marido a través de su obra, muy a su pesar. Entre Sylvia y Barrie nunca se sugiere ningún tipo de atracción; la relación entre Depp y los chicos es mucho más realista que la que hubiera caracterizado un Robin Williams o un Steve Martin. El film abunda en detalles circunstanciales que enriquecen la narración. Así, una campanita colgada de un barrilete prefigura a Tinker Bell. Barrie advierte que uno de los niños quiere crecer rápidamente, creyendo que los adultos sufrían menos. Inversamente, Peter Pan es "the boy who would not grow up". Barrie y su esposa se van a dormir en habitaciones separadas: la puerta de Barrie deja entrever un mundo de fantasía. Y la de su esposa, uno prosaico. El mejor amigo del escritor le advierte que la gente habla con malicia sobre perversiones en su relación con los chicos: en los créditos nos enteramos de que el mejor amigo es nada menos que Arthur Conan Doyle. La fotografía pinta con trazos deliberadamente gruesos la frontera entre fantasía y realidad, mientras el guión va suavemente llevando objetos de la vida a la ficción, y devolviendo el material transformado de vuelta a la vida. El film es sólido casi todo el tiempo, y brillante en algunos momentos. Las actuaciones son excelentes: desde el perfecto acento escocés de Johnny Depp hasta el horriblemente adulto Freddie Highmore. Pese a determinadas licencias tomadas para acentuar el desarrollo de la trama (Sylvia no era viuda en la vida real, por ejemplo), la emoción llega natural y sin patetismos. No es poco en estos tiempos que corren.
Leandro Fanzone.
martes, febrero 01, 2005
Top 5: tv
Juan Pablo Martínez:
1- Indomables (América)
2- South Park (Locomotion / MTV)
3- Scrubs (Sony)
4- The O.C. (Warner)
5- De 3 en 3 (People & Arts)
Peor: Policías en acción (Canal 13)
Leandro Rosenzveig:
1- Repeticion de los simuladores
2- Curb your entusiasm
3- Especial seinfeld
4- That 70's show
5- Indomables
Juan Manuel Dominguez:
1- South Park (Locomotion)
2- Star Wars: Clone Wars (Cartoon Network)
3- Indomables (America)
4- E-24 (13)
5- The office (I-Sat)
Peor: Sangre Fria (Telefe)
Agustina Larrea:
1- South Park
2- Gilmore Girls
3- Confidencias (Cosmopolitan TV)
(y ahí me quedo porque no vi mucho más)
María Marta Sosa:
1- Indomables (América)
2- Nip/Tuck (Fox)
3- Mujeres apasionadas (TELEFE)
4- Conecta2 (13)
5- The O.C. (Warner)
Peor: Videomatch
Sebastián Nuñez:
1- South Park (Locomotion-MTV)
2- The Office (I-sat)
3- Cha cha cha (I-sat)
4- Indomables (America)
5- El show de la Premier League (Fox sport)
El peor: Sin código (Canal 13)
Guido Segal:
1- The Office (incluyendo los especiales de navidad) (Space)
2- The outer limits (Retro)
3- Arrested development (Fox)
4- La Hora de la Pantera Rosa (Nickelodeon)
5- Family Guy (Fox)
Naza Chong:
1- Policías en acción
2- Cheaters (Infieles)
3- Motel Spaghetti
4- Curb Your Enthusiasm
5- Call Tv
Bonus: los tipitos que juegan al póker en espn (doinde está el Moneymaker ese de gafas, los de sony no porque apestan como casi todo lo que pasa/ó por ese canal).
Peor: Celebrities Uncensored
1- Indomables (América)
2- South Park (Locomotion / MTV)
3- Scrubs (Sony)
4- The O.C. (Warner)
5- De 3 en 3 (People & Arts)
Peor: Policías en acción (Canal 13)
Leandro Rosenzveig:
1- Repeticion de los simuladores
2- Curb your entusiasm
3- Especial seinfeld
4- That 70's show
5- Indomables
Juan Manuel Dominguez:
1- South Park (Locomotion)
2- Star Wars: Clone Wars (Cartoon Network)
3- Indomables (America)
4- E-24 (13)
5- The office (I-Sat)
Peor: Sangre Fria (Telefe)
Agustina Larrea:
1- South Park
2- Gilmore Girls
3- Confidencias (Cosmopolitan TV)
(y ahí me quedo porque no vi mucho más)
María Marta Sosa:
1- Indomables (América)
2- Nip/Tuck (Fox)
3- Mujeres apasionadas (TELEFE)
4- Conecta2 (13)
5- The O.C. (Warner)
Peor: Videomatch
Sebastián Nuñez:
1- South Park (Locomotion-MTV)
2- The Office (I-sat)
3- Cha cha cha (I-sat)
4- Indomables (America)
5- El show de la Premier League (Fox sport)
El peor: Sin código (Canal 13)
Guido Segal:
1- The Office (incluyendo los especiales de navidad) (Space)
2- The outer limits (Retro)
3- Arrested development (Fox)
4- La Hora de la Pantera Rosa (Nickelodeon)
5- Family Guy (Fox)
Naza Chong:
1- Policías en acción
2- Cheaters (Infieles)
3- Motel Spaghetti
4- Curb Your Enthusiasm
5- Call Tv
Bonus: los tipitos que juegan al póker en espn (doinde está el Moneymaker ese de gafas, los de sony no porque apestan como casi todo lo que pasa/ó por ese canal).
Peor: Celebrities Uncensored
Saber leer entre líneas
Los Fockers (Meet the Fockers, EEUU, 2004). Dirigida por Jay Roach. Con Ben Stiller, Robert De Niro, Barbra Streisand y Dustin Hoffman.
ESTRENO
Puntaje: 7
La aparición de Saturday Night Live significó tanto un comienzo como un final para el humor norteamericano. Dio inicio a un tipo de comedia fresca y atrevida, provocativa sin ser Porky´s, inteligente sin ser snob, graciosa sin ser complaciente. Las caras variaron pero la estructura se mantuvo, década tras década; irregular, veloz, influyente, el programa revitalizó a la comedia clásica, le dio vida, realismo y una sana cuota de autoconsciencia. SNL procreó hijos, padres y abuelos, dio origen a una familia ilustre y sigue produciendo niños prodigio, la mayoría de ellos con destino cinematográfico.
Ben Stiller es sin dudas uno de esos infants terribles, tal vez el más creativo de la camada 90 junto a Adam Sandler. Supo ser gracioso y profundo al mismo tiempo y, aún siendo muy subestimado, actuó y dirigió varios nuevos clásicos, considerando a Zoolander o El Insoportable a la cabeza.
El problema con Stiller es que su forma de actuar se volvió chata. Al igual que muchos cómicos, Ben actúa siempre igual, tiene un personaje creado que se filtra e invade al personaje que le tocó en suerte. Como ocurre con Woody Allen y a diferencia de Adam Sandler, el estilo Stiller cansa con el paso del tiempo y el hecho de que filme seis películas por año exacerba el punto. El tartamudeo, las bromas judías, la torpeza y lo escatológico ya habían saturado en Mi novia Polly y en Los Fockers ya no causan ni una sonrisa.
John Hamburg, guionista de la película, no es justamente un innovador y, si bien es responsible por Zoolander, abusa en general de un humor tosco y obvio, apoyado en caídas, chistes fáciles (insiste con las bromas de enfermeros, de apellidos, de sexo y escatológicas) y estereotipos. Basándome en el esqueleto del "humor Hamburg" y en lo gastada que resulta la performance de Stiller, podría decir que Los Fockers no es una buena película.
Sin embargo, hay dos elementos fundamentales que la hacen salir a flote con dignidad:
1- El resto de las actuaciones sí son destacables. El insoportable Dustin Hoffman aquí está no sólo adorable sino que además resulta gracioso y entrañable, superando a las pésimas líneas de diálogo que le tocaron en suerte. Barbra es Barbra y sanamente se ríe de sí misma, a la vez que destruye con paso firme a la imagen de diva que sus sexagenarias fans adoran. Otra curiosidad es que De Niro finalmente logra componer a un personaje digno en más de una década y, si bien no hace reir, sí transmite el desagrado y el rechazo que se supone que su personaje debe producir. Blythe Danner equilibra el peso del personaje de Bob con notable sutileza, casi silbando por lo bajo.
2- La película posee una carga ideológica definida que deambula de fondo y surge a la superficie en momentos específicos. Lo fundamental del conflicto entre Bernard y Jack está en que son miembros de la misma generación, pero pertenecen a bandos opuestos. Uno era militar, el otro era hippie, y ambos conservan los hábitos. La diferencia religiosa sirve para construir gags, pero es la poítica el eje de la polémica: el personaje de Hoffman no esconde su odio a Bush y al gobierno reaccionario de su país, sobre todo al final cuando le dice al bebé "veo en tí a un pequeño contestatario y este país necesita más de esos". Tampoco resulta menor que el personaje de De Niro exclame, cuando se habla de competir, que "es fundamental la competencia porque eso es lo que hace que Erstados Unidos sea la única potencia mundial que queda en pie". Lo que sí resulta alarmante y fascista es que en ambos casos el subtitulado haya omitido la traducción completa, removiendo la ideología que la película tan explícitamente transmite. Todo deja lugar a la sospecha de que la distribuidora de la película, la major Universal, se haya ocupado de "borrar" las referencias políticas para que el resto del mundo no se haga eco de esas marcadas burlas al gobierno gringo de turno, como si el cine sólo fuera entretenimiento de masas. No pasemos por alto además que la película conduce nuestra simpatía hacia el matrimonio de los Fockers, que son judíos de izquierda que hacen sentadas pacíficas y critican a su presidente sin temor…
Considero que Ben Stiller es una figura importante dentro de la cinematografía norteamericana actual - en especial cuando se junta con ese extraordinario actor llamado Owen Wilson -, aún si me cansa su modo de actuar. Meet the Fockers no es un título importante en su carrera, así como tampoco marcará a fuego la trayectoria de Jay Roach, un artesano del humor. Sin embargo, tampoco hay que restarle méritos a un film que logra juntar a tantos dinosaurios sin aburrir y a la vez criticar al "intocable" gobierno norteamericano al mismo tiempo que hace explotar las taquillas.
Guido Segal.
ESTRENO
Puntaje: 7
La aparición de Saturday Night Live significó tanto un comienzo como un final para el humor norteamericano. Dio inicio a un tipo de comedia fresca y atrevida, provocativa sin ser Porky´s, inteligente sin ser snob, graciosa sin ser complaciente. Las caras variaron pero la estructura se mantuvo, década tras década; irregular, veloz, influyente, el programa revitalizó a la comedia clásica, le dio vida, realismo y una sana cuota de autoconsciencia. SNL procreó hijos, padres y abuelos, dio origen a una familia ilustre y sigue produciendo niños prodigio, la mayoría de ellos con destino cinematográfico.
Ben Stiller es sin dudas uno de esos infants terribles, tal vez el más creativo de la camada 90 junto a Adam Sandler. Supo ser gracioso y profundo al mismo tiempo y, aún siendo muy subestimado, actuó y dirigió varios nuevos clásicos, considerando a Zoolander o El Insoportable a la cabeza.
El problema con Stiller es que su forma de actuar se volvió chata. Al igual que muchos cómicos, Ben actúa siempre igual, tiene un personaje creado que se filtra e invade al personaje que le tocó en suerte. Como ocurre con Woody Allen y a diferencia de Adam Sandler, el estilo Stiller cansa con el paso del tiempo y el hecho de que filme seis películas por año exacerba el punto. El tartamudeo, las bromas judías, la torpeza y lo escatológico ya habían saturado en Mi novia Polly y en Los Fockers ya no causan ni una sonrisa.
John Hamburg, guionista de la película, no es justamente un innovador y, si bien es responsible por Zoolander, abusa en general de un humor tosco y obvio, apoyado en caídas, chistes fáciles (insiste con las bromas de enfermeros, de apellidos, de sexo y escatológicas) y estereotipos. Basándome en el esqueleto del "humor Hamburg" y en lo gastada que resulta la performance de Stiller, podría decir que Los Fockers no es una buena película.
Sin embargo, hay dos elementos fundamentales que la hacen salir a flote con dignidad:
1- El resto de las actuaciones sí son destacables. El insoportable Dustin Hoffman aquí está no sólo adorable sino que además resulta gracioso y entrañable, superando a las pésimas líneas de diálogo que le tocaron en suerte. Barbra es Barbra y sanamente se ríe de sí misma, a la vez que destruye con paso firme a la imagen de diva que sus sexagenarias fans adoran. Otra curiosidad es que De Niro finalmente logra componer a un personaje digno en más de una década y, si bien no hace reir, sí transmite el desagrado y el rechazo que se supone que su personaje debe producir. Blythe Danner equilibra el peso del personaje de Bob con notable sutileza, casi silbando por lo bajo.
2- La película posee una carga ideológica definida que deambula de fondo y surge a la superficie en momentos específicos. Lo fundamental del conflicto entre Bernard y Jack está en que son miembros de la misma generación, pero pertenecen a bandos opuestos. Uno era militar, el otro era hippie, y ambos conservan los hábitos. La diferencia religiosa sirve para construir gags, pero es la poítica el eje de la polémica: el personaje de Hoffman no esconde su odio a Bush y al gobierno reaccionario de su país, sobre todo al final cuando le dice al bebé "veo en tí a un pequeño contestatario y este país necesita más de esos". Tampoco resulta menor que el personaje de De Niro exclame, cuando se habla de competir, que "es fundamental la competencia porque eso es lo que hace que Erstados Unidos sea la única potencia mundial que queda en pie". Lo que sí resulta alarmante y fascista es que en ambos casos el subtitulado haya omitido la traducción completa, removiendo la ideología que la película tan explícitamente transmite. Todo deja lugar a la sospecha de que la distribuidora de la película, la major Universal, se haya ocupado de "borrar" las referencias políticas para que el resto del mundo no se haga eco de esas marcadas burlas al gobierno gringo de turno, como si el cine sólo fuera entretenimiento de masas. No pasemos por alto además que la película conduce nuestra simpatía hacia el matrimonio de los Fockers, que son judíos de izquierda que hacen sentadas pacíficas y critican a su presidente sin temor…
Considero que Ben Stiller es una figura importante dentro de la cinematografía norteamericana actual - en especial cuando se junta con ese extraordinario actor llamado Owen Wilson -, aún si me cansa su modo de actuar. Meet the Fockers no es un título importante en su carrera, así como tampoco marcará a fuego la trayectoria de Jay Roach, un artesano del humor. Sin embargo, tampoco hay que restarle méritos a un film que logra juntar a tantos dinosaurios sin aburrir y a la vez criticar al "intocable" gobierno norteamericano al mismo tiempo que hace explotar las taquillas.
Guido Segal.
lunes, enero 31, 2005
Soy Kitano
Zatoichi (Takeshi Kitano's Zatoichi, Japón, 2003, 116'). Dirigida por Takeshi Kitano. Con Takeshi Kitano, Tadanobu Asano, Michiyo Ookusu, Gadarukanaru Taka. Ficha técnica.
ESTRENO
Puntaje: 8.
Para poder contextualizar Zatoichi, es necesario hacer un poco de historia. El personaje fue creado en 1962 para el notable actor Shintaru Katsu, cuyo precursor sea probablemente Françoise-Eugéne Vidocq, el fundador de la Sûreté francesa. Zatoichi (literalmente "el ciego Ichi") es un masajista ciego, con ostensible talento en la esgrima, especialmente con la técnica de velocidad conocida como I-Ai-Do. Ichi no duda en ponerse al servicio de los pobres y de los oprimidos; si alguien aquí puede prever la binaria moralidad a la que las historias de héroes nos tienen acostumbrados, me apuro a agregar que el tipo es también putañero y amigo del juego ilegal. Zatoichi y Katsu se hacen extraordinariamente populares en Japón, y desde 1962 hasta 1989 (con un notorio hueco de dieciséis años en medio) se filmaron veintiséis películas protagonizadas por el masajista, más ciento doce capítulos de una serie de televisión. Esta popularidad tuvo poco eco en occidente, pese a que se ha llegado a afirmar que Zatoichi inspiró o condicionó ficciones tan dispares como la del impermeable personaje de Peter Falk o Yellowbeard the Pirate de los Python. Cuando Katsu finalmente muere, en 1997, la leyenda dice que una heredera del gran actor busca a Kitano para que continúe con la magia del espadachín ciego. Kitano, que también tiene su pasado de comediante en la televisión, sumado a la parquedad obligada por el síndrome de Tourette, parece ser el candidato ideal, y naturalmente no rehúsa el honor. Kitano declara públicamente que su versión va casi "en contra" de la personificación de Katsu, pero el homenaje es evidente.
Hasta aquí la historia. Ahora, a las objeciones que se han levantado en contra de este Zatoichi de Kitano, que pueden ser agrupadas en dos departamentos: uno, en el que se acusa a Kitano de occidentalista; otro, en el que se acusa a Kitano de demagogo, o peor, de estúpido. El mote de occidentalista, que viene a querer decir que cuando uno es japonés no puede aspirar a ninguna otra cultura ni ser permeable a ningún rasgo que no sea la tradición excluyente de esa isla, ha sido estampado en contra de Kurosawa también en más de una ocasión. La afrenta más notoria, aunque no la única, parece ser un homenaje a Gene Kelly hacia el final de la película, donde un folklórico pueblito se pone a bailar un anacrónico tap al unísono. Creo entender que este reparo no merece mayor atención; a nadie se le ocurriría acusar a Tarantino de orientalista, pero se exige que Japón (o cualquier otra nación) ha de resistir estoicamente la invasión cultural yankee, para usar la nomenclatura tradicional. Queda, entonces, la acusación que se hace a Bîto Takeshi de prodigar chistes infantiles para ganarse el favor del público, que viene ligada a la percepción de que Zatoichi es una película (otros prefieren "negocio") menor dentro del imaginario kitanés. Esta opinión entraña el desconocimiento de la herencia explícita de Shintaru Katsu, y también un curioso celo con el que se exige a Kitano seguir produciendo "cine violentamente serio", y subrayo las comillas. Hay quien pretende que la comedia es un género menor; es claro que, siendo inmune a la sonrisa, el espectador se pierde el núcleo del film. Por otro lado, ha de admitirse que la violencia no está en ningún modo atenuada (la sangre recorre digitalmente pareja durante toda la longitud de la película).
Ignoro la base de la diatriba alrededor de Kitano que adorna la edición de este mes de El Amante, pero la sospecho por este último lado. El film no carece de desprolijidades, pero contra la inculpación de demagogia se puede aducir que Kitano elude muchas de las convenciones del género: el enemigo más poderoso de nuestro héroe es moralmente superior a él, y el público tiende a simpatizar con este guardaespaldas compuesto por Tadanobu Asano, en el que muchos han visto un homenaje al Yojimbo de Toshiro Mifune. En las chambara -y en cualquier otra película de superhéroes occidental- la pelea final y postergada suele ser el corazón del film: un largo combate en el que el malo demuestra su poder doblegando al héroe hasta que el bien triunfa. No existen tales convenciones en Zatoichi. La trama avanza caóticamente a través de los diversos (y muchas veces inesperados) personajes, y probablemente el propio final sea una buena síntesis de la esencia de la película. Es mi opinión que aquí se encontrará una película mucho más rica y convincente que las Battle Royale que nos habían prodigado últimamente. Kitano, que parece muy satisfecho, ha anunciado ya una secuela. Sea bienvenida.
Leandro Fanzone.
ESTRENO
Puntaje: 8.
Para poder contextualizar Zatoichi, es necesario hacer un poco de historia. El personaje fue creado en 1962 para el notable actor Shintaru Katsu, cuyo precursor sea probablemente Françoise-Eugéne Vidocq, el fundador de la Sûreté francesa. Zatoichi (literalmente "el ciego Ichi") es un masajista ciego, con ostensible talento en la esgrima, especialmente con la técnica de velocidad conocida como I-Ai-Do. Ichi no duda en ponerse al servicio de los pobres y de los oprimidos; si alguien aquí puede prever la binaria moralidad a la que las historias de héroes nos tienen acostumbrados, me apuro a agregar que el tipo es también putañero y amigo del juego ilegal. Zatoichi y Katsu se hacen extraordinariamente populares en Japón, y desde 1962 hasta 1989 (con un notorio hueco de dieciséis años en medio) se filmaron veintiséis películas protagonizadas por el masajista, más ciento doce capítulos de una serie de televisión. Esta popularidad tuvo poco eco en occidente, pese a que se ha llegado a afirmar que Zatoichi inspiró o condicionó ficciones tan dispares como la del impermeable personaje de Peter Falk o Yellowbeard the Pirate de los Python. Cuando Katsu finalmente muere, en 1997, la leyenda dice que una heredera del gran actor busca a Kitano para que continúe con la magia del espadachín ciego. Kitano, que también tiene su pasado de comediante en la televisión, sumado a la parquedad obligada por el síndrome de Tourette, parece ser el candidato ideal, y naturalmente no rehúsa el honor. Kitano declara públicamente que su versión va casi "en contra" de la personificación de Katsu, pero el homenaje es evidente.
Hasta aquí la historia. Ahora, a las objeciones que se han levantado en contra de este Zatoichi de Kitano, que pueden ser agrupadas en dos departamentos: uno, en el que se acusa a Kitano de occidentalista; otro, en el que se acusa a Kitano de demagogo, o peor, de estúpido. El mote de occidentalista, que viene a querer decir que cuando uno es japonés no puede aspirar a ninguna otra cultura ni ser permeable a ningún rasgo que no sea la tradición excluyente de esa isla, ha sido estampado en contra de Kurosawa también en más de una ocasión. La afrenta más notoria, aunque no la única, parece ser un homenaje a Gene Kelly hacia el final de la película, donde un folklórico pueblito se pone a bailar un anacrónico tap al unísono. Creo entender que este reparo no merece mayor atención; a nadie se le ocurriría acusar a Tarantino de orientalista, pero se exige que Japón (o cualquier otra nación) ha de resistir estoicamente la invasión cultural yankee, para usar la nomenclatura tradicional. Queda, entonces, la acusación que se hace a Bîto Takeshi de prodigar chistes infantiles para ganarse el favor del público, que viene ligada a la percepción de que Zatoichi es una película (otros prefieren "negocio") menor dentro del imaginario kitanés. Esta opinión entraña el desconocimiento de la herencia explícita de Shintaru Katsu, y también un curioso celo con el que se exige a Kitano seguir produciendo "cine violentamente serio", y subrayo las comillas. Hay quien pretende que la comedia es un género menor; es claro que, siendo inmune a la sonrisa, el espectador se pierde el núcleo del film. Por otro lado, ha de admitirse que la violencia no está en ningún modo atenuada (la sangre recorre digitalmente pareja durante toda la longitud de la película).
Ignoro la base de la diatriba alrededor de Kitano que adorna la edición de este mes de El Amante, pero la sospecho por este último lado. El film no carece de desprolijidades, pero contra la inculpación de demagogia se puede aducir que Kitano elude muchas de las convenciones del género: el enemigo más poderoso de nuestro héroe es moralmente superior a él, y el público tiende a simpatizar con este guardaespaldas compuesto por Tadanobu Asano, en el que muchos han visto un homenaje al Yojimbo de Toshiro Mifune. En las chambara -y en cualquier otra película de superhéroes occidental- la pelea final y postergada suele ser el corazón del film: un largo combate en el que el malo demuestra su poder doblegando al héroe hasta que el bien triunfa. No existen tales convenciones en Zatoichi. La trama avanza caóticamente a través de los diversos (y muchas veces inesperados) personajes, y probablemente el propio final sea una buena síntesis de la esencia de la película. Es mi opinión que aquí se encontrará una película mucho más rica y convincente que las Battle Royale que nos habían prodigado últimamente. Kitano, que parece muy satisfecho, ha anunciado ya una secuela. Sea bienvenida.
Leandro Fanzone.