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jueves, mayo 13, 2004

Melodías humeantes 

Ariel Minimal: Un hombre solo no puede hacer nada. Producido por Ariel Minimal y Mauro Taranto. Aizone Artigianale.
DISCOS
Puntaje: 9

Mientras la atención se centra en un puñado de discos (Calamaro, lo ¿nuevo? de Bersuit y Mimi Maura), Ariel Minimal (ex Martes Menta, ex Cadillacs, integrante de Pez y Flopa Manza Minimal) dio forma de disco a un puñado de canciones perfectas en lo que seguramente será uno de los lanzamientos del año. El espíritu setentista siempre presente en su obra (sobre todo en Pez) sigue intacto; las referencias a Spinetta, Zappa y el rock progresivo están ahí, pero Minimal no procede de manera nostálgica ni mucho menos pretende que su música (simple pero nada perezosa, trabajada pero nunca pretenciosa) sea encasillada bajo esas influencias. Lo que hace el cantante y guitarrista (y aquí también baterista) es utilizar esos elementos como superficie para desplazarse a su gusto, con el fin de llegar a canciones bien redonditas hechas de melodías irresistibles que tardan nada en hacerse reconocibles. Esto es fácilmente comprobable al escuchar Melodías de una vieja canción crepuscular, uno de esos temas que, por más bueno que sea el resto, se hace imposible dejar de escucharlo una y otra vez convencido de que allí hay algo del mundo revelado en forma de canción. También se destaca, con su letra inocente y cariñosa, Canción para el día que se muera Elton John, donde canta: "ya partió en su piano maricón a un lugar donde no existe el dolor". Pero además de su talento para componer, Minimal es un gran guitarrista y cantante, dueño de una excelente técnica pero que queda en segundo plano ya que lo que se destaca es la capacidad de hacer sonar su voz y su guitarra como si fueran casi un mismo instrumento. Su voz cálida y todo lo que emana de su instrumento son inseparables, ese es su sello desde siempre, ya sea en Pez, en Flopa Manza Minimal o en este primer disco solista. Para el final queda decir algo de la versión de Amada amante, tema de Roberto Carlos que Minimal, gracias a un punteo a la Brian May, hace estallar la cursilería hasta lo sublime. ¿Todo esto suena exagerado? Bueno, ahí esta el disco para defenderse solo, para imponer su aroma a humo dulce, ese que deja a uno con la sensación de estar flotando.
Sebastián Nuñez.

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