<$BlogRSDUrl$>

miércoles, noviembre 24, 2004

El homogenio heterogéneo 

Rufus Wainwright - Want Two, Dreamworks Records, 2004. Producido por Marius DeVries.
DISCOS
Puntaje: 10

Ya es un hecho, este tipo no puede hacer nada que no sea excelente. Esta secuela de su disco Want One del año pasado tal vez no llegue a los niveles de perfección de aquel álbum -algo harto difícil, hay que decir-, pero vuelve a demostrar que Rufus es uno de los músicos más sorprendentes surgidos en los últimos años. Y acá está más puto que nunca, abriendo el disco con una sinfonía realmente "jevi", Agnus Dei, cantada en latín e incluyendo una canción entitulada Gay Messiah donde dice "Entonces él renacerá, del porno de los 70, usando medias tubo con estilo, y una sonrisa tan inocente. Rezá por tus pecados, porque el mesías gay está llegando. (...) No, no seré yo, Yo seré Rufus el bautista, No, yo no seré el que esté bautizado en guasca", y en el camino hace que el uso de la palabra "guasca" (cum) resulte emocionante.
El punto más alto de todo el disco es Little Sister, que mi poco entrenado oido clásico me dice que se parece mucho a algo de Beethoven -y pido disculpas si esto termina siendo completamente erróneo- pero con el agregado de aquella inimitable voz que tiene Rufus. Como suele ocurrir con los discos de este señor, Want Two es un menjunje de géneros que van desde dichas sinfonías hasta rock-poppitos como The One You Love, pasando por un increible Hometown Waltz con banjos y acordeones y cerrando con una cosa muy extraña para él llamada Old Whore's Diet, suerte de ¿bossa nova? al palo que al rato muta en la etapa Smile de los Beach Boys -con arreglos del mismísimo Van Dyke Parks- y que dura 9 minutos.
Ciertos momentos de Want Two, como aquel en el que el antedicho Agnus Dei explota o en la segunda parte de Memphis Skyline, parecen sacados de un film de Walt Disney de los 40. Y a nadie que haya escuchado a Rufus le extrañaría que se haya inspirado en eso, porque asi es Rufus, siempre robando de todo el cine de esa época, de la ópera, de la música clásica, de Brian Wilson y de todos lados, haciéndolo suyo y haciendo historia.
Juan P. Martínez.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Listed on BlogShares