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miércoles, enero 14, 2004

Estados de consciencia 

The Falls. Dirigida por Peter Greenaway.
Ficha técnica. Europa Europa: 17/1, 23:45; 28/1, 1:25.
Gambling, Gods and LSD. Dirigida por Peter Mettler. Ficha técnica. Cinemax: 14/1, 6:15; 19/1, 18:45; 22/1, 16:30.
TV

Llega un momento en la vida en que uno se da cuenta de que es demasiado tarde; uno descubre que tras sus espaldas hay miles de años de historia y que ya todo fue inventado, todo fue decidido. A fin de cuentas, se hace evidente de que la idea de elegir es falsa y todo se nos ha impuesto: vivir en sociedad, adecuarse a leyes, acatar ciertas verdades inalienables. Pero sobre todo debemos tolerar la sumisión al lenguaje, esa masa moldeable que ya no se limita meramente a comunicar sino que define la existencia, abarca todo el conocimiento y hasta delimita las sensaciones. No sabemos vivir por fuera del lenguaje.
Sin embargo, una vez cada tanto nos enfrentamos a eventos que nos dejan perplejos, mudos... las palabras sobran y la fascinación no es ya mediada por frases porque estas no abarcan todo el efecto que ese evento nos produce. Más que ante sensaciones verbales, nos enfrentamos a estados de consciencia.
Este mes se emiten por televisión dos películas que han producido este efecto en mí; curiosamente, ambas poseen una duración anormalmente larga pero, debido al carácter hipnótico de ambas, esto parece no tener relevancia. Por otra parte, ambas películas permiten una visión parcial, en el sentido de que tienen más que ver con estados de la mente que con el seguimiento de un relato concreto. No es que recomiende verlas en partes, pero debido a que las vi más de una vez a cada una me puedo permitir esos experimentos.
The Falls, una de las primeras obras de Peter Greenaway, es un extensísimo catálogo de todas las mutaciones que produjo el "evento violento desconocido", especie de explosión futurista. A través de la acumulación de datos, imágenes repetitivas, veloces o confusas y de multiplicidad de voces, Greenaway alcanza lo que Kant llamaría el sublime matemático: nos conectamos con cosas que podemos pensar pero no experimentar empíricamente, vamos más allá de lo humano y su limitación; rozamos lo sublime, que a su vez nos aniquila como individuos. Se supera así la mera narración para adentrarse en una sintonía mental, en un automatismo hipnótico pero fascinante.
Gambling, Gods and LSD es un documental tan abarcativo e inmenso que excede una búsqueda personal para abrirse a un estudio universal. Peter Mettler recorre Canadá, EEUU, Suiza y la India sin un objetivo definido, sin un límite fijo, guiándose por el instinto. Imágenes dispares, inconexas y radicalmente opuestas se unifican a través de un delicado uso del sonido, de un hipnótico zumbido que se superpone a la tenue voz en off de Mettler para lograr una calculada intimidad. Hablamos entonces del sublime dinámico: la Naturaleza da toda su potencia de vida, nos hace sentir a la vez pequeños (vulnerabilidad) y parte de ella (identificación).
No cabe más que hacer la prueba; enfrentarse a estas dos rarezas es permitirse entender a la imagen como un estado atemporal de consciencia, como un trance prolongado absolutamente activo. Tanta belleza y tanta desmesura no merecen más respuesta que el silencio atento.
Guido Segal.

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