viernes, abril 02, 2004
Mar del Plata dulce
La continuación de esto, que continuaba esto:
The Soul of a Man (Wim Wenders). Puntaje: 7. Una de las 7 películas sobre blues que produjo Marty Scorsesse (lo que quedó de The Soul of a Man y otras tres de la serie se proyectarían en el bafici). Wenders se sumerge en la vida de JB Leloir y Skip James, el segundo más interesante a nivel musical y biográfico que el primero. Skip se destaca en un género que constantemente repite fórmulas y en el que siempre todo tiempo pasado parece haber sido mejor. Sin embargo, el material fílmico de JB es presentado por, tal vez, los más simpáticos e inocentes sueco americanos que se puedan encontrar. En las performances de las canciones de ellos por bandas actuales se puede ver por qué es un género que agoniza desde hace décadas: lo más interesante proviene de quienes están más alejados del género. Tanto el material de archivo como las reconstrucciones tienen fluidez suficiente como para soportar una proyección en el Neptuno (se ltrabó el proyector dos o tres veces). Lo que menos funciona es la voz en off de Lawrence Fishburne que recorre la narración interpretando a Blind Willie Johnson, creador de Dark Was the Night.
In my Skin (Marina de Van). Puntaje: 10. Marina hace de todo en la sorpresa del festival: escribió, dirigió y protagonizó. Se decía que la mujer y el cine tenía la programación más pareja del festival, pero este tal vez sea el punto más alto. Viaje de iniciación en la autodestrucción y la antropofagia de una chica que parecería tenerlo todo para cualquier jubilado en la audiencia. ¿Por qué? Sólo por placer. La película elige cuando ser explícita y cuando trabajar fuera de campo y con silencios. El plano final es simplemente hermoso.
Into the mirror (Seong-ho Kim). Puntaje: 4. Otra más de terror. Otra más que asusta varias veces. Otra mediocre más. Si bien en los primeros minutos parecía (más) reaccionaria, el gancho de la película por momentos logra esconder sus fallas bajo la alfombra. El principal problema es que por momentos se aleja del terror y se embarra con el policial. Un par de planos visualmente logrados, una idea piola (la vida del otro lado del espejo), muchas decisiones idiotas y nada más.
Bartok (Ken Russell). Puntaje: 8. Especial para la BBC en blanco y negro sobre Béla Bartok. Ya en el ’64 Russell parecía tener conciencia de las bases de un videoclip. El film funciona siempre y nunca sus imágenes se vuelven redundantes (gran tentación clipera). Un acercamiento a la música de Bartok, pero con el acento en el aspecto visual.
Dance of the Seven Veils (Ken Russell). Puntaje: 6. Segundo especial para la BBC de un compositor europeo del doble programa Russell. Esta vez es el turno de Richard Strauss. Russell se acerca a lo que sería una biopic camp del alemán, en la que no se esquiva su relación con el nazismo, aunque se le buscan explica/justificaciones. Pierde en comparación con Bartok y además sufre por el desgaste que produce un doble programa televisivo.
Naza Chong.
seguirá continuando
The Soul of a Man (Wim Wenders). Puntaje: 7. Una de las 7 películas sobre blues que produjo Marty Scorsesse (lo que quedó de The Soul of a Man y otras tres de la serie se proyectarían en el bafici). Wenders se sumerge en la vida de JB Leloir y Skip James, el segundo más interesante a nivel musical y biográfico que el primero. Skip se destaca en un género que constantemente repite fórmulas y en el que siempre todo tiempo pasado parece haber sido mejor. Sin embargo, el material fílmico de JB es presentado por, tal vez, los más simpáticos e inocentes sueco americanos que se puedan encontrar. En las performances de las canciones de ellos por bandas actuales se puede ver por qué es un género que agoniza desde hace décadas: lo más interesante proviene de quienes están más alejados del género. Tanto el material de archivo como las reconstrucciones tienen fluidez suficiente como para soportar una proyección en el Neptuno (se ltrabó el proyector dos o tres veces). Lo que menos funciona es la voz en off de Lawrence Fishburne que recorre la narración interpretando a Blind Willie Johnson, creador de Dark Was the Night.
In my Skin (Marina de Van). Puntaje: 10. Marina hace de todo en la sorpresa del festival: escribió, dirigió y protagonizó. Se decía que la mujer y el cine tenía la programación más pareja del festival, pero este tal vez sea el punto más alto. Viaje de iniciación en la autodestrucción y la antropofagia de una chica que parecería tenerlo todo para cualquier jubilado en la audiencia. ¿Por qué? Sólo por placer. La película elige cuando ser explícita y cuando trabajar fuera de campo y con silencios. El plano final es simplemente hermoso.
Into the mirror (Seong-ho Kim). Puntaje: 4. Otra más de terror. Otra más que asusta varias veces. Otra mediocre más. Si bien en los primeros minutos parecía (más) reaccionaria, el gancho de la película por momentos logra esconder sus fallas bajo la alfombra. El principal problema es que por momentos se aleja del terror y se embarra con el policial. Un par de planos visualmente logrados, una idea piola (la vida del otro lado del espejo), muchas decisiones idiotas y nada más.
Bartok (Ken Russell). Puntaje: 8. Especial para la BBC en blanco y negro sobre Béla Bartok. Ya en el ’64 Russell parecía tener conciencia de las bases de un videoclip. El film funciona siempre y nunca sus imágenes se vuelven redundantes (gran tentación clipera). Un acercamiento a la música de Bartok, pero con el acento en el aspecto visual.
Dance of the Seven Veils (Ken Russell). Puntaje: 6. Segundo especial para la BBC de un compositor europeo del doble programa Russell. Esta vez es el turno de Richard Strauss. Russell se acerca a lo que sería una biopic camp del alemán, en la que no se esquiva su relación con el nazismo, aunque se le buscan explica/justificaciones. Pierde en comparación con Bartok y además sufre por el desgaste que produce un doble programa televisivo.
Naza Chong.
seguirá continuando