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miércoles, agosto 27, 2003

Imitación de la vida 

El clon (O Clone, Brasil, 2001). Dirigida por Jayme Mojardim, Mario Márcio Bandarra, Teresa Lampréia, Marcos Schechtman y Marcelo Travesso. Con Murilo Benicio, Giovanna Antonelli, Reginaldo Farias y Vera Fischer.
Ficha técnica
TV
Puntaje: 10

El clon fue una historia de espejos. Los personajes de la novela dirigida por Jayme Mojardim y equipo veían y vivieron a través de espejos. Este estilo de vida no implicaba la claridad, por el contrario, la historia de cada uno de los protagonistas sucedería cubierta con velos.
Los espectadores de El clon asistimos a una celebración del melodrama. Melodrama significa música más drama, esa combinación es vital para el desarrollo de la narración y depende del estilo del realizador. En El clon la banda de sonido estuvo a cargo de Marcus Viana, él fue el creador de El miraje, la maravillosa canción que acompañaría a los enamorados durante todo el relato. “Tan sólo por amor, la vida se rehace”, cantaba Viana; el relato necesitaba de la música y cada canción permitía la identificación de los personajes, fueron soberbios artistas pop los que cantaban (y encantaban) con sus canciones de amor.
El elenco de El clon es comparable, en nivel actoral, trayectoria en telenovelas, popularidad de los actores y pericia de los escritores, con Resistiré. No hubo distinciones entre los protagonistas y los personajes secundarios, había relato para todos y cada uno de los magníficos actores.
La potencia del producto arrasó, extenuó de placer a los espectadores. Mojardim escribe y rescribe un género que estaba agonizando. El pensamiento occidental se enfrentó con el oriental. El Islam se quedó sin palabras ante el avance científico, la clonación (en una inmensa metáfora acerca de las limitaciones de las escrituras ante el paso del tiempo), pero guardó un destino para todos aquellos creados por un Dios divino. En el final, cada uno de los protagonistas involucrados con Lucas y Jade tuvo un destino. “Maktub, estaba escrito”, sentenciaron los enamorados al reunirse en el desierto, todos encontraron un oasis. Sólo el clon carecía de destino, él era la creación de un hombre que quiso ser Creador. Leo caminaba sin rumbo por el desierto junto a su padre, ese plano infinito fue desolador, tan triste la suerte o la existencia de alguien que no fue, un ser que no pertenecía y que no tenía nada, ni siquiera historia. Leo era una copia; por más que se plantara ante Lucas y se miraran cual espejo, él no tenía posibilidad de alcanzar su felicidad, sus dedos sólo sentían el cristal, ya que Lucas era el que había vivido. No hubo esperanza para el clon. La historia no cedió al cliché y, una vez más, enalteció al género.
María Marta Sosa.

MUSICA PARA MIS OIDOS
La discografía de El clon llegó a la Argentina entre fines del 2002 y principios del 2003. El primer cd es El clon, este fenómeno contiene los ingredientes que hacen de la novela un soberbio melodrama, arranca con El miraje y sigue con las obras maestras a cargo de los clásicos intérpretes de música para telenovelas como Donato & Stefano, Franco de Vita, Jose Alberto, Melina León, MDO, Guaraná, más la increíble Luna interpretada por Alessandro Safina y el hit que tocan en los restaurantes árabes Habibi. El segundo cd, Marcus Viana Maktub, contiene la deliciosa versión en portugués de El miraje + bonus track en español + tres imponentes Maktub + desoladora Bajo el sol de Adriana Mezzadi + canciones árabes de la novela, completa junto a Las danzas del vientre la espléndida trilogía musical.
MMS.

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