viernes, septiembre 05, 2003
La Lobo de la costa este
Assassination Tango (Estados Unidos, 2002). Dirigida por Robert Duvall. Con Robert Duvall, Rubén Blades y Luciana Pedraza. Ficha técnica
ESTRENO
Puntaje: 5
No se puede negar que Assassination Tango es bastante mala, que recuerda a esas coproducciones ochentosas entre los estudios Aries y Roger Corman, que el guión es pobre y no es más que una excusa para mostrar gente bailando tango. Pero lo que la eleva de esas horribles Cormanoliveradas es quién está detrás de esta película. Robert Duvall es uno de esos actores que justifican la visión de cualquier cosa. Y aquí aparece todo el tiempo, y eso es siempre un placer. Más aún cuando tenemos la oportunidad de verlo comiéndose un choripán, o pidiéndole a una prostituta interpretada por Natalia Lobo (¡¿?!) que le diga "papito". ¿Cómo no divertirse con cosas como esas?. Encima, como si con Robert fuera poco, tenemos también a Rubén Blades. Y Robert presenta en sociedad a su esposa Luciana Pedraza que, a falta de talento actoral, tiene una presencia y un carisma envidiables.
En pocas palabras, Assassination Tango podría definirse como El lobo de la costa oeste en Buenos Aires y con tango. El punto de partida (hitman yanqui viejo viaja al exterior para hacer un trabajito) es el mismo en ambas películas. Pero lo que la diferencia del excelente film de Hugo Santiago es que luego de eso toman rumbos distintos. Y el que toma Duvall es mucho menos interesante que el de Santiago, y sus ideas de puesta en escena son casi nulas, mientras que las de Santiago son sorprendentes. Esto es extraño viniendo de Robert, ya que El apóstol, su debut como director, era una gran, gran película, en la que se notaba un riesgo estético casi ausente en Assassination Tango.
Igualmente, y a pesar de sus defectos, la película es divertidísima, tiene un ritmo que no decae nunca en sus 114 minutos y es mucho más querible y disfrutable que muchos de los estrenos locales del último mes. Por más berreta y efímera que sea, Assassination Tango tiene bastante dignidad. Y está Robert Duvall.
Juan Martínez.
ESTRENO
Puntaje: 5
No se puede negar que Assassination Tango es bastante mala, que recuerda a esas coproducciones ochentosas entre los estudios Aries y Roger Corman, que el guión es pobre y no es más que una excusa para mostrar gente bailando tango. Pero lo que la eleva de esas horribles Cormanoliveradas es quién está detrás de esta película. Robert Duvall es uno de esos actores que justifican la visión de cualquier cosa. Y aquí aparece todo el tiempo, y eso es siempre un placer. Más aún cuando tenemos la oportunidad de verlo comiéndose un choripán, o pidiéndole a una prostituta interpretada por Natalia Lobo (¡¿?!) que le diga "papito". ¿Cómo no divertirse con cosas como esas?. Encima, como si con Robert fuera poco, tenemos también a Rubén Blades. Y Robert presenta en sociedad a su esposa Luciana Pedraza que, a falta de talento actoral, tiene una presencia y un carisma envidiables.
En pocas palabras, Assassination Tango podría definirse como El lobo de la costa oeste en Buenos Aires y con tango. El punto de partida (hitman yanqui viejo viaja al exterior para hacer un trabajito) es el mismo en ambas películas. Pero lo que la diferencia del excelente film de Hugo Santiago es que luego de eso toman rumbos distintos. Y el que toma Duvall es mucho menos interesante que el de Santiago, y sus ideas de puesta en escena son casi nulas, mientras que las de Santiago son sorprendentes. Esto es extraño viniendo de Robert, ya que El apóstol, su debut como director, era una gran, gran película, en la que se notaba un riesgo estético casi ausente en Assassination Tango.
Igualmente, y a pesar de sus defectos, la película es divertidísima, tiene un ritmo que no decae nunca en sus 114 minutos y es mucho más querible y disfrutable que muchos de los estrenos locales del último mes. Por más berreta y efímera que sea, Assassination Tango tiene bastante dignidad. Y está Robert Duvall.
Juan Martínez.