miércoles, septiembre 03, 2003
N-N-No paren a la ardilla
Junior Senior: Move Your Feet. Click para ver el video. Bajar el video al rígido. Dirigido por Shynola. Página web oficial. Del disco D-D-Don´t Stop the Beat (Crunchy Frog/Atlantic, 2003).
VIDEOCLIP
Puntaje: 8
Jesper Mortensen (Junior) y Jeppe Breum (Senior) son dos daneses con estilo. Su fusión de dance y pop, si bien poco novedosa, es estruendosamente potente y alcanza en Move your feet y Shake me baby, piezas del disco D-D-Don't Stop the Beat, momentos cumbre. El video de la primera resalta por dos motivos: su indudable simpatía y la llamativa correlación existente entre la multirreferencialidad de la música y la de la imagen. Si la pegajosa base danzable se mezcla con raptos vocales a lo Michael Jackson a la vez que hace uso de pseudo- samples de Ring my Bell, de Anita Ward, la imagen es un adorable pastiche multicapa: el ochentoso estilo Commodore, aquel que marcó nuestra infancia junto con la saga sexual de Larry, se fusiona con una estridencia visual digna del animé japonés (¿No será esa ardilla borracha la contracara de Pikachu?), y la sucesión de íconos populares antagónicos (la carita de Pringles y Lincoln). Sin embargo, tal vez lo más interesante del video sea la constante violencia inmotivada presente detrás de la felicidad de la música y del diseño gráfico. O, para decirlo más precisamente y en palabras de los surrealistas, la inmensa felicidad inherente a la violencia gratuita. Ya sea vía referencias sexuales fuera de contexto (el vaso sonriente cubierto en líquido blanco) o a través de la intervención de la ardilla (atropella zombies en auto), el saludable impulso violento oculto en toda música bailable - ¿No es el ritmo mecánico una forma de violencia auditiva?- se canaliza a la perfección. Tal vez sea ese pequeño roedor la respuesta a nuestros descontentos.
Guido Segal.
VIDEOCLIP
Puntaje: 8
Jesper Mortensen (Junior) y Jeppe Breum (Senior) son dos daneses con estilo. Su fusión de dance y pop, si bien poco novedosa, es estruendosamente potente y alcanza en Move your feet y Shake me baby, piezas del disco D-D-Don't Stop the Beat, momentos cumbre. El video de la primera resalta por dos motivos: su indudable simpatía y la llamativa correlación existente entre la multirreferencialidad de la música y la de la imagen. Si la pegajosa base danzable se mezcla con raptos vocales a lo Michael Jackson a la vez que hace uso de pseudo- samples de Ring my Bell, de Anita Ward, la imagen es un adorable pastiche multicapa: el ochentoso estilo Commodore, aquel que marcó nuestra infancia junto con la saga sexual de Larry, se fusiona con una estridencia visual digna del animé japonés (¿No será esa ardilla borracha la contracara de Pikachu?), y la sucesión de íconos populares antagónicos (la carita de Pringles y Lincoln). Sin embargo, tal vez lo más interesante del video sea la constante violencia inmotivada presente detrás de la felicidad de la música y del diseño gráfico. O, para decirlo más precisamente y en palabras de los surrealistas, la inmensa felicidad inherente a la violencia gratuita. Ya sea vía referencias sexuales fuera de contexto (el vaso sonriente cubierto en líquido blanco) o a través de la intervención de la ardilla (atropella zombies en auto), el saludable impulso violento oculto en toda música bailable - ¿No es el ritmo mecánico una forma de violencia auditiva?- se canaliza a la perfección. Tal vez sea ese pequeño roedor la respuesta a nuestros descontentos.
Guido Segal.