sábado, noviembre 15, 2003
San Telmo´s (on) Fire
The Happiness of the Katakuris (Katakuri-ke no kofuku, Japón, 2001). Dirigida por Takashi Miike. Con Kenji Sawada, Keiko Matsuzaka, Shinji Takeda y Naomi Nishida. Ficha técnica.
CAPRICHOS
Puntaje: 10
El domingo 16 de noviembre a las 21hs., en el ciclo The Golden Dwarf (en Urania, Cochabamba 360, San Telmo), se proyectará esta película que nadie que no la haya visto debe dejar de ver. Créanme, será una de las experiencias más maravillosas de sus vidas.
THOTK es una de las siete películas que ese japonés trastornado llamado Takashi Miike estrenó en el año 2001. Vi cuatro de esas siete y todas me parecieron obras maestras, pero esta va más allá de todo lo conocido. Katakuris es un film que depara un millón de sorpresas por minuto, algo como nunca se ha visto antes. Remake del film coreano The Quiet Family, de Ji Woon Kim (el director de la maravillosa The Foul King), Katakuris debe ser tal vez la película más ecléctica de la historia. Muta de género cada cinco minutos, y en todos los géneros por donde transita deja una marca imborrable. Comienza con una escena en un restaurant que de repente se convierte en una animación con plastilina. De ahí muta en comedia familiar, luego pasa a ser un film de terror hasta convertirse en un musical al mejor estilo Rodgers & Hammerstein, y a veces es todos esos géneros juntos.
Katakuris es una rareza absoluta, un film que sorprende minuto a minuto y que no para nunca de hacerlo. Es Takashi Miike (cuyas películas gozan de una libertad incomparable) en versión muchísimo más libre. Libertad es lo que respira Katakuris en cada cambio de tono y de género, en cada movimiento de cámara, en cada plano, en cada cuadro. Es un film que cuando uno lo ve por primera vez piensa que es la declaración definitiva de la muerte del cine, pero que luego se da cuenta de que son películas como esta las que demuestran que el cine está más vivo que nunca, y esto es gracias a directores como Takashi Miike, quien por suerte no para nunca de filmar. En el año 2002 hizo siete películas más y en el 2003 hizo cinco. Lo que se dice un workaholic. Nos vemos el domingo en Urania.
Juan P. Martínez.
CAPRICHOS
Puntaje: 10
El domingo 16 de noviembre a las 21hs., en el ciclo The Golden Dwarf (en Urania, Cochabamba 360, San Telmo), se proyectará esta película que nadie que no la haya visto debe dejar de ver. Créanme, será una de las experiencias más maravillosas de sus vidas.
THOTK es una de las siete películas que ese japonés trastornado llamado Takashi Miike estrenó en el año 2001. Vi cuatro de esas siete y todas me parecieron obras maestras, pero esta va más allá de todo lo conocido. Katakuris es un film que depara un millón de sorpresas por minuto, algo como nunca se ha visto antes. Remake del film coreano The Quiet Family, de Ji Woon Kim (el director de la maravillosa The Foul King), Katakuris debe ser tal vez la película más ecléctica de la historia. Muta de género cada cinco minutos, y en todos los géneros por donde transita deja una marca imborrable. Comienza con una escena en un restaurant que de repente se convierte en una animación con plastilina. De ahí muta en comedia familiar, luego pasa a ser un film de terror hasta convertirse en un musical al mejor estilo Rodgers & Hammerstein, y a veces es todos esos géneros juntos.
Katakuris es una rareza absoluta, un film que sorprende minuto a minuto y que no para nunca de hacerlo. Es Takashi Miike (cuyas películas gozan de una libertad incomparable) en versión muchísimo más libre. Libertad es lo que respira Katakuris en cada cambio de tono y de género, en cada movimiento de cámara, en cada plano, en cada cuadro. Es un film que cuando uno lo ve por primera vez piensa que es la declaración definitiva de la muerte del cine, pero que luego se da cuenta de que son películas como esta las que demuestran que el cine está más vivo que nunca, y esto es gracias a directores como Takashi Miike, quien por suerte no para nunca de filmar. En el año 2002 hizo siete películas más y en el 2003 hizo cinco. Lo que se dice un workaholic. Nos vemos el domingo en Urania.
Juan P. Martínez.