<$BlogRSDUrl$>

miércoles, octubre 22, 2003

La vida pasa felizmente si hay amor 

Soy tu aventura (Argentina, 2003). Dirigida por Néstor Montalbano. Con Luis Aguilé Diego Capusotto, Luis Luque, Laura Fidalgo, Jorge Marrale, Verónica Llinás, María Fiorentino y gran elenco.
Ficha técnica.
ESTRENO
Puntaje: 7. En los diarios: Martín Pérez (Página/12): 6; Diego Batlle (La Nación): 6; Pablo 0. Scholz (Clarín): 6; Paraná Sendrós (Ambito Financiero): 8.

Entré a ver Soy tu aventura con la ilusión de reencontrarme con aquella hermosa canción de Luis Aguilé que da título a esta nota, que solía escuchar todo el tiempo durante mi infancia en un simple de 45 rpm que debe estar juntando polvo en algún lugar de mi casa con un Wincofón que era mio y sólo mío y que quién sabe dónde fue a parar. La canción no se escucha en la película (aunque sí se escucha Ven a mi casa esta Navidad, que yo escuchaba en versión Parchís), pero extrañamente, eso no me molestó. Es que tenía ahí la gracia y el carisma del gran Luis, de sus canciones que en lugar de grasa chorrean salsa de frutillas de esas que vienen en los potes de Sin Parar. Eso sumado a la presencia de unos/as adorables Diego Capusotto, Laura Fidalgo, Verónica Llinás y, fugazmente, Fabio Alberti.
Soy tu aventura, la segunda (buena) película de Néstor Montalbano (la primera fue Cómplices) es un film que intenta (y en muchos momentos logra) homenajear/parodiar aquellos feos (con excepciones Sandrísticas) musicales sesentosos-setentosos con cantante popular de protagonista. Pero gracias a su ternura y a su carácter inofensivo (gran parte de esas películas eran ideológicamente nefastas) logra superarlas.
Como ocurrió también este año con Abajo el amor, el universo de Soy tu aventura empieza a plantearse desde sus desopilantes trailers, que rezaban que era una película "en colores", "para reir", "para llorar", "para pensar" . Y este universo está bastante bien construido, al igual que en el programa Todo por $2 –que Montalbano dirigía-, por el lado del absurdo, como por ejemplo en el repetido flashback del accidente, y también por el lado de la autoconsciencia. Un universo colorinche y divertido, con un pie en aquellas setentadas y otro en aquel apócrifo programa ómnibus conducido desde Miami por Mario y Marcelo.
El resultado es esta linda y placentera película que si no es mejor es por culpa de su excesiva duración y por Luis Luque, que está completamente fuera de registro y parece haber sido el único que no entendió para que lado iba la película. Sin duda Soy tu aventura sería mejor sin estas falencias y algunas más que se me escapan, pero también es verdad que esta es una película hecha con amor. Y, según Luis, la vida pasa felizmente si lo hay.
Juan Martínez.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Listed on BlogShares