jueves, diciembre 18, 2003
Otra vez será
Tribunal en fuga (Runaway Jury, Estados Unidos, 2003). Dirigida por Gary Fleder. Con Dustin Hoffman, Gene Hackman, John Cusack y Rachel Weisz. Ficha técnica.
ESTRENO
Puntaje: 5.
En el cine, como en el fútbol, siempre es bueno arriesgarse. Como espectador, arriesgarse significa ir a ver películas de la que se tienen pocas referencias o que a primera vista pueden ser catalogadas como menores. Hay muchos que deciden no arriesgarse a ver estrenos que no sean norteamericanos (algo que sucedió poco en Argentina este año) y otros que creen que el cine industrial americano es todo igual y que es poco lo que de allí se puede rescatar. Bueno, como toda posición prejuiciosa, esta descalificación previa lleva a que se les pase de largo muchas buenas películas que, sin ser obras maestras, hacen que el cine siga siendo esa superficie de placer capaz de deparar más de una sorpresa. Últimamente la que más me molesta -y perdón por usar la primera persona- es la actitud despreciativa de antemano hacia el cine americano. Para combatirla no hay nada mejor que jugarse por ver la mayor cantidad de estas películas y rescatar alguna joya. Por suerte siempre las hay, y este año el mejor ejemplo fue La estafa maestra, un film de ladrones que es pura felicidad. Así, en busca de un nuevo trofeo, fui a ver Tribunal en fuga, una película de juicio, y por lo tanto, muy norteamericana. Desgraciadamente salí derrotado. No es que sea un desastre, pero todos los pequeños logros (buen ritmo, un guión correcto, buenas actuaciones a excepción de Dustin, claro) se ven arruinados por la nula capacidad de Gary Fleder para manejar la puesta en escena. La película está llena de planos horribles y de movimientos de cámara inexplicables que ahogan a los personajes, a la trama y a nosotros, los espectadores. Una lástima, ya que los aciertos antes mencionados, sumados a la postura en contra del uso de armas, podrían haber resultado, con un mayor cuidado estético, en una buena película. Malditos prejuiciosos, esta vez tienen razón. No importa: el cine, como el fútbol, siempre da revancha. Otra vez será.
Sebastián Nuñez.
ESTRENO
Puntaje: 5.
En el cine, como en el fútbol, siempre es bueno arriesgarse. Como espectador, arriesgarse significa ir a ver películas de la que se tienen pocas referencias o que a primera vista pueden ser catalogadas como menores. Hay muchos que deciden no arriesgarse a ver estrenos que no sean norteamericanos (algo que sucedió poco en Argentina este año) y otros que creen que el cine industrial americano es todo igual y que es poco lo que de allí se puede rescatar. Bueno, como toda posición prejuiciosa, esta descalificación previa lleva a que se les pase de largo muchas buenas películas que, sin ser obras maestras, hacen que el cine siga siendo esa superficie de placer capaz de deparar más de una sorpresa. Últimamente la que más me molesta -y perdón por usar la primera persona- es la actitud despreciativa de antemano hacia el cine americano. Para combatirla no hay nada mejor que jugarse por ver la mayor cantidad de estas películas y rescatar alguna joya. Por suerte siempre las hay, y este año el mejor ejemplo fue La estafa maestra, un film de ladrones que es pura felicidad. Así, en busca de un nuevo trofeo, fui a ver Tribunal en fuga, una película de juicio, y por lo tanto, muy norteamericana. Desgraciadamente salí derrotado. No es que sea un desastre, pero todos los pequeños logros (buen ritmo, un guión correcto, buenas actuaciones a excepción de Dustin, claro) se ven arruinados por la nula capacidad de Gary Fleder para manejar la puesta en escena. La película está llena de planos horribles y de movimientos de cámara inexplicables que ahogan a los personajes, a la trama y a nosotros, los espectadores. Una lástima, ya que los aciertos antes mencionados, sumados a la postura en contra del uso de armas, podrían haber resultado, con un mayor cuidado estético, en una buena película. Malditos prejuiciosos, esta vez tienen razón. No importa: el cine, como el fútbol, siempre da revancha. Otra vez será.
Sebastián Nuñez.