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viernes, febrero 20, 2004

Inmaduro 

Peter Pan (Estados Unidos, 2003). Dirigida por P.J. Hogan. Con Jeremy Sumpter, Rachel Hurd-Wood, Jason Isaacs, Olivia Williams, Ludivine Sagnier y Lynn Redgrave.
Ficha técnica.
ESTRENO
Puntaje: 7.

Desde que me enteré que la iba a dirigir P.J. Hogan que esperaba con ansias esta película. Es que el P.J. este dirigió dos películas que me parecen obras maestras: La boda de mi mejor amigo y El casamiento de Muriel. Pero debo decir que este film me decepcionó un poco. No es que sea una mala película, para nada, pero pensaba que esta nueva adaptación del clásico de J.M. Barrie iba a ser algo grande, y lamentablemente no llega a serlo. Visualmente es hermosa. Como buen australiano, Hogan recarga las imágenes a más no poder, haciendo uso del color como si se tratara de los primeros años del technicolor, al igual que aquel otro australiano colorinchero, Baz Luhrmann, con quien comparte al director de fotografía Donald McAlpine. De hecho, la primera aparición del hada Campanita es parecidísima a su aparición en Moulin Rouge! Además, el diseño de producción es increíble y le ayuda mucho a la película a crear su aire de cuento de hadas.
Otro punto a favor para Peter Pan es cómo tergiversa los cuentos de hadas: Wendy cuenta historias desopilantes como La Cenicienta vs. el Capitán Garfio, Campanita es bastante mala –hasta que luego se redime-, las sirenas en el país de Nunca Jamás no son para nada amigables y la película hasta se pone en contra de la idea original de eterna niñez que siempre tuvo la historia. Otro gran acierto de esta nueva versión es que la tensión sexual entre Peter y Wendy está siempre presente, en contra de la mojigatería de las versiones fílmicas de este y otros cuentos de hadas.
Jeremy Sumpter –el hijo menor en Frailty, el gran film de Bill Paxton recientemente editado en video bajo el título Las manos del diablo- y Rachel Hurd-Wood –actriz debutante y con mucho futuro- funcionan a la perfección como Peter y Wendy, principalmente debido a que juntos poseen una química que ya varias parejas fílmicas quisieran tener.
Pero más allá de sus múltiples aciertos, la película tiene sus defectos. El personaje del Capitán Garfio, interpretado por Jason Isaacs, no llega a cobrar la importancia que debería tener en la historia. Como villano termina resultando poco interesante. Y en cuanto a Campanita, su problema principal es que Ludivine Sagnier la interpreta como si fuera un personaje en una obra de teatro para chicos. Digamos que me sentía viendo una obra de Hugo Midón. Esto, sumado a un par de baches narrativos, especialmente sobre el final, son algunas de las razones por las cuales la película no llega a ser lo que podría haber sido. Pero hay una razón más que impide el disfrute de la película, y no tiene que ver con el film en sí. Se trata del maldito doblaje, otra vez infectando/afectando todas las copias de la película en la Argentina. Encima se trata de un doblaje pésimo, de esos en los que los niños tienen voz de estúpidos y la música queda en un molesto segundo plano. Me da la impresión de que, como me ocurrió con Un viernes de locos, hubiese disfrutado muchísimo más de la película si la hubiese visto subtitulada. Es una vergüenza que ya no nos dejen elegir cómo ver una película.
Juan P. Martínez.

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